Procurando realizar un resumen bastante comprimido sobre los acontecimientos del partido en Calama, nos referiremos a los comentarios espurios de ciertos personajes respecto del excelente momento que vive la U.
La cuenta final del partido de ida por los cuartos de final del extravagante torneo chileno, anotó una superioridad enorme de la Universidad de Chile sobre su rival de turno, Cobreloa. La oncena azul venía de un tenso, apretado y desgastador partido por copa Libertadores. Sin embargo, mostró amplia superioridad futbolística y física, que no se tradujo en un marcador más abultado sólo debido a que jugó “a media máquina”. Debido a la carencia de visión, o quizá derechamente a la torpeza de la ANFP, la U deberá asumir un calendario extremadamente sobrecargado de cara a sus compromisos nacionales e internacionales. Lo anterior incluye por cierto, la exuberante nómina de jugadores azules al seleccionado chileno. Tal como declaró Jorge Sampaoli, el perjuicio para la U es palmario y radica en la estupidez de una dirigencia incompetente. Lo que se aproxima, es una instancia poco frecuente para el fútbol chileno, aunque ya bastante familiar para la Universidad de Chile: semifinales de una copa continental. Este equipo cuenta con armas potentes para enfrentar la instancia: es el actual campeón de Sudamérica, ha deslumbrado al mundo con su fútbol, posee un espíritu de lucha y una convicción concluyente. Independiente del desenlace de esta llave, la U no tiene nada que demostrar y menos a aquellos primitivos que pretenden ningunear los méritos de este extraordinario equipo. Quienes se esmeran en enarbolar los más irrisorios, infames y subnormales argumentos para desmerecer lo evidente, no hacen más que legalizar su nauseabunda condición de chanchos desesperados. Señor “Coca” Mendoza; en primer lugar, ninguna persona con un mínimo de amor propio podría permitir ser llamado “Coca”, desde allí ya partimos mal. Vociferar bagatelas refiriéndose a un club decente, limpio y libre de cualquier artimaña cobarde para obtener ventaja y que más aun, recientemente encajó una lacerante goleada al club del cual se pavonea, confirma la regla del pusilánime incapacitado. No sea tan tardo, asuma un poco de dignidad. Desde acá lo invitamos a Ud. y a su ex técnico croata, a seguir absortos con el presente azul, olvidando por un instante vuestro único y añejo logro internacional. Como la gente de la U es honesta, le reiteramos nuestras felicitaciones por el torneo conseguido hace ya largos 21 años. Deje de transportarse al pasado pues lo hace ver bastante patético. No podemos felicitarlo por los papelones que su ex equipo realizó frente al Estrella Roja en la extinta copa Intercontinental, o el medroso cometido ante el Real Madrid que implicó una goleada de proporciones al flamante campeón de América 1991 (muy semejante a la sufrida recientemente en pastos chilenos), ni menos por su aparentemente olvidada declaración a un periódico, en la que manifiesta su abierto interés por vestir la gloriosa camiseta azul si hubiese recibido una buena oferta. En fin, señor Mendoza, le recomendamos preocuparse del pequeño mundo al cual evolucionó luego de tamaño y rancio logro deportivo, con domicilio en la excelsa farándula criolla.
Cerrado el paréntesis, la U deberá enfrentar 9 partidos de alta competencia en tan sólo 27 días. Confiemos en las capacidades de nuestro cuerpo técnico y jugadores sobre la forma como abordarán tan duro trabajo.
Quien no es azul de corazón, no puede comprender a cabalidad el significado de esta pasión, que trasciende la cancha de fútbol y adquiere dimensiones filosóficas que enriquecen el alma de nuestra familia. Saludos a todos los azules, ¡viva la U mierda!