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martes, 30 de octubre de 2012

Progresos, saqueos y clasificaciones.


-Copa Chile: la inesperada y absurda derrota ante Unión La Calera por 2 a 1 estuvo determinada por la inestabilidad de la línea de tres que conformaron Paulo Magalhaes, Albert Acevedo y Eduardo Morante. Este resultado generó que la clasificación de la Universidad de Chile a octavos de final fuese improbable. Para enfrentar a Wanderers en el puerto, Jorge Sampaoli conformó un equipo mixto incluyendo a los juveniles Bernardo Cerezo, John Santander y Juan Ignacio Duma, debido a las lesiones de Charles Aránguiz, José Rojas y Eugenio Mena. La victoria por 4 a 1 le dio la razón, aunque cabe destacar un punto de inflexión que se transformaría en un augurio próspero: Paulo Garcés le atajó un penal a Luis Salmerón y en la jugada siguiente Guillermo Marino puso el 2 a 1 a favor de la U. Finalmente, en un encuentro en el que participaron Igor Lichnovsky, Valber Huerta, Pedro Morales, Luis Pinilla, Fabián Carmona y Benjamín Inostroza, los azules golearon 5 a 0 a Santiago Morning y lograron pasar a la segunda fase del campeonato, en la que enfrentarán a la Universidad de Concepción luego de un sorteo brujo propiciado por la cada vez más irritante ANFP: la conformación de los dúos obedeció a un criterio oscuro basado en infraestructuras, geografía y televisión. Preguntamos: ¿acaso en el fútbol no debiesen regir principios exclusivamente deportivos?

-Campeonato de Clausura: los tres empates consecutivos de la U ante Rangers, Wanderers y Unión La Calera originaron una serie de cuestionamientos delirantes en nuestro malintencionado e infantil periodismo criollo. Se decía que la U ya no tenía gol (pese a que los azules llevaban marcados 12 tantos en los últimos 7 pleitos de los tres torneos que disputa) y que ya había desaparecido el brillante andamiaje de las últimas competencias. Ahora se acumulan 15 goles en 6 partidos disputados, los play off están a un punto de distancia quedando tres encuentros por jugar, se clasificó a octavos de Copa Chile con juveniles y a cuartos de la Copa Sudamericana; sin embargo, nadie dice nada.
El 7 de octubre en Copiapó, La U derrotó por 4 a 2 a Antofagasta gracias al destape de Matías Rodríguez y de Sebastián Ubilla, aunque también evidenció ciertos desajustes defensivos que costaron el gol en contra cuando sólo se jugaban 8 minutos del primer tiempo. Luego de esta victoria se armó la carpa del tony Borghi y por suerte sólo Osvaldo González acudió al show del equipo fantasma. Después vino el clásico…
La Universidad de Chile jugó mejor ante una oncena cobarde y replegada en el fondo, no supo concretar sus ocasiones y fue saqueada de manera demencial por el granuja de Patricio Polic: soslayó una clara mano del punga Flores que significó un contragolpe “arbo”, se comió tres penales muy evidentes estando bien ubicado y expulsó a Eugenio Mena luego de una primera tarjeta amarilla demasiado caprichosa. Jueces en retiro como Rubén Selman y Jorge Massardo condenaron su deplorable irresolución y recomendaron que fuese excluido de futuros encuentros de relevancia. Fue conmovedora la forma en que Juvenal Olmos defendió a los azules en el CDF, censurando las groserías de las ratas blancas y, por supuesto, el arbitraje vituperable de la ya mentada alimaña.
Hoy lunes 29 de octubre, “La Tercebra” publicó un artículo sin firma (http://www.latercera.com/noticia/deportes/2012/10/656-490630-9-duelo-pospuesto-de-la-u-reabre-polemica-con-la-roja-por-los-seleccionados.shtml) en el que se ataca a la Universidad de Chile desvergonzadamente:
  1. El texto asegura que “los azules han provocado parte de los problemas que ha tenido el “Bichi” para armar un plantel competitivo”. Nosotros preguntamos: ¿acaso no fue este mismo bufón el que dijo a fines del 2011 que no nominaba jugadores de la U porque no estaban a la altura del resto de deportistas que jugaban en el extranjero? Por otra parte, ¿qué tiene que ver la Universidad de Chile con la incapacidad que tiene este chanta para diseñar una oncena competitiva? ¿Es culpa de la U que este guatón no sepa parar un defensa ni armar un mediocampo decente? ¿Es un desliz de la U que este papanatas siga nominando a pusilánimes como Claudio Bravo, Pablo Contreras, Matías Fernández o Humberto Suazo?
  2. Después, este mamarracho anónimo editado por el diario de los yanaconas indica que “luego de las derrotas ante ecuatorianos y argentinos, la polémica se reabrió por parte de Álvaro Ormeño, quien afirmó que los futbolistas azules se restaron de los partidos de la Roja para privilegiar el campeonato local”. Al respecto, volvemos a cuestionar: ¿acaso son tan importantes los rebuznos de este imbécil? ¿Qué pruebas tiene de que aquello aconteció? ¿Qué autoridad moral tiene este gusano para hablar mal de los jugadores de la U? El mismo Rubén Selman le puso la lápida: “se trata de un jugador que llora porque según él los árbitros están en su contra, pero la verdad es que es un mala leche con sus compañeros de profesión”; además, aseguró que en el clásico este ordinario al menos en tres ocasiones debió irse expulsado.
En cuanto al partido con las ratas blancas, mientras el anodino arquero Prieto efectuaba gestos obscenos, el malhablado y trepador Labruna se retiró al camarín entonando groserías en tono burlón.
¿Qué debe hacer la U para que le arbitren como equipo grande cuando enfrenta a estos puercos en su chiquero? Las palabras de Sergio Markarián aún resuenan en los pasillos del Estadio Nacional: LA U DEBE CRECER”. Pues bien, la única manera de crecer es teniendo un estadio propio para así no depender de negociaciones truculentas que obligan a manejar con pinzas las relaciones con la ANFP, la Unión Española u otro club que esté dispuesto a arrendar su reducto. El desarrollo definitivo de la Universidad de Chile depende de la autonomía que sea capaz de alcanzar. Con ella, por ejemplo, los azules ya se habrían restado del chabacano proceso de Borghi, uno de los tantos proxenetas albinos que han dirigido los fracasos de la selección.    

-Copa Sudamericana: el pésimo desempeño ante Emelec en Santiago condicionó el avance de la U en este torneo y ser eliminados en la primera llave de un campeonato que se había ganado de forma extraordinaria el año pasado terminaría por justificar todas las críticas que se le estaban haciendo al equipo. El pleito en Guayaquil fue muy difícil porque si bien los azules dominaron con claridad durante los primeros 20 minutos, el Emelec comenzó a salir con velocidad hacia las bandas aprovechando los espacios que dejaba la línea de tres zagueros, la que incluso pasaba a ser línea de dos cuando Sebastián Martínez se adhería al mediocampo. Los idiotas del FOX no entendían esto y hablaban de “fragilidad” cuando en realidad se trataba de “intrepidez”. La excelente actuación de Paulo Garcés fue clave para mantener el empate en el primer tiempo y constató el gran trabajo que realiza Eduardo Azargado como jefe técnico de arqueros. En el segundo lapso la U se recompuso, volvió al nivel exhibido en el comienzo, ingresó Juan Ignacio Duma para aportar una mayor velocidad y Enzo Gutiérrez marcó un golazo copero que definió la serie. Después de eso, Jorge Sampaoli realizó una variación estratégica y dispuso la participación de Albert Acevedo, un especialista en el anticipo. Los ecuatorianos lanzaron una lluvia de centros que jamás pudieron concretar y la Universidad de Chile obtuvo una justa clasificación. Su mérito fue haber derrotado a una oncena golpeadora y muy superior físicamente. Partido tremendo de José Rojas.

-Moraleja: el Eterno Ladrón robó una vez más y puede jactarse de sus cosechas adulteradas, no en vano la mayoría de sus logros llevan el estigma de un dictador bananero. Su actual DT, un rufián bocón y mala clase, ya había vociferado contra la Universidad de Chile ansiando su fracaso en el ámbito internacional. Ahora se jactaba de un triunfo inmoral y aguardaba la eliminación de los azules como el alcahuete novato que siempre fue. Sin embargo, la represalia ética estaba a la vuelta de la esquina: perdió ignominiosamente en San Felipe y la U triunfó en Guayaquil, ubicándose por ahora entre los 8 mejores equipos de Sudamérica. Le dedicamos a Labruna, esa rata blanca asquerosa que desea seducir a la hinchada más rasca del planeta, este maravilloso cuento hindú:

Había un ratón que siempre estaba asustado porque le tenía miedo al gato. Un mago se compadeció de él y lo convirtió en un gato. Pero entonces empezó a sentir miedo del perro, de modo que el mago lo convirtió en perro. Luego empezó a tener miedo de la pantera y el mago lo convirtió en pantera, con lo cual comenzó a temerle al cazador. Llegado a este punto, el mago se dio por vencido y volvió a convertirlo en ratón, diciéndole: “nada de lo que haga por ti va a servirte de ayuda porque siempre tendrás el corazón de un ratón”.

Un saludo a todos los azules del mundo.



viernes, 19 de octubre de 2012

COMIENZA LA RECTA IMPORTANTE

Si nos detenemos a reflexionar un momento sobre lo que ha pasado con la U este semestre, la conclusión es simple: el mejor equipo de la historia del fútbol chileno vio partir tres figuras clave y poco a poco, comenzó una baja desde ese peak alcanzado. Sin embargo, esto es natural en cualquier proceso tan exitoso y sobresaliente, más aun si se da en esta parte del mundo, en la que los clubes no pueden mantener los planteles pues el mercado del dinero está en Europa y, últimamente en Brasil. Con todo, la Universidad de Chile sigue siendo protagonista esencial del torneo chileno a pesar de haberse visto sometida a una enorme carga de partidos, viajes y presiones generadas por el rotundo éxito reciente. Poco a poco el equipo ha ido recuperando el nivel de juego acostumbrado, consiguiendo revertir la errática participación en Copa Chile con sendos triunfos y la aparición de valores jóvenes de promisorio futuro. El último encuentro frente a Santiago Morning, permitió que por fin Pedro Morales mostrara el nivel que se le conoce. Jugó enganchado en el medio, que es la posición que más le acomoda, y terminó cumpliendo una gran actuación reflejada además en dos goles. Gratificante aparición del trasandino Juan Ignacio Duma, jugador que recaló en la U realizando su período formativo en Chile. Con certeza podemos afirmar que ya está en condiciones de ascender al profesionalismo, producto de su riqueza técnica y actitud ganadora en la cancha. Le siguen desde atrás jóvenes interesantes, que con el correr del tiempo deberán demostrar si están a la altura de los desafíos que impone el club.
Tranquilizador ha sido también, el crecimiento de Ezeqiel Videla, quien denota ya una adaptación adecuada a las exigencias de despliegue físico y a un protagonismo renovado que lo está convirtiendo en un elemento importante, tanto en la fase de recuperación como de entrega del balón desde campo propio hacia delante.
La compleja situación de Johnny Herrera, ha permitido que Jorge Sampaoli le asigne continuidad a Garcés en Copa Chile. Afortunadamente para el club, el portero ha cumplido de manera destacada. Es un hecho que Herrera no viajará a Ecuador y será Garcés quien deba asumir por primera vez, una responsabilidad en grande defendiendo el arco azul. Esperemos que cumpla en forma sobresaliente y al mismo tiempo, Johnny pueda solucionar los problemas personales por los que atraviesa.
Siendo justos, debemos reconocer que el nuevo proceso post obtención de la Sudamericana y el Tricampeonato, no ha estado exento de errores. Básicamente hablamos de las contrataciones, que coincidencia o no (desde mi punto de vista no) han sido desastrosas desde la salida de Sabino Aguad. El caso emblemático es el del ecuatoriano Eduardo Morante, jugador expresamente solicitado por Sampaoli y a quien tuvo con él en el club Emelec. La compra más cara de la historia del fútbol chileno, cumplirá dentro de poco un año en el club y jamás pudo justificar su precio. Incluso más, hoy por hoy se encuentra totalmente cortado por el técnico. Algo realmente insólito y que merece autocrítica de los responsables. Más allá del riesgo que implican las lesiones, cuesta aceptar que un jugador tan sobrevalorado no haya sido capaz todavía de demostrar su supuesta categoría. Creo que con el precio pagado por Morante, era perfectamente posible equivocarse menos. Para muestra otro botón. El cierre de fichajes del último semestre, tuvo a la hinchada azul expectante con el último nombre que se incorporaría al plantel. Se habló de un refuerzo de renombre, de una pieza contundente. Pues bien, llegó Luciano Civelli, quien con suerte jugó algunos minutos y ya se sabe que estará lesionado por lo menos hasta fin de año. Me pregunto, ¿es bueno equilibrar las cosas cuando un prócer adquiere poder natural producto de sus resultados? Creo que si. En esta parte, me parece que Aguad era un elemento importante para observar y decidir la contratación de jugadores. Desafortunadamente los roces con Jorge Sampaoli terminaron alejándolo del club. Lo anterior es normal en cualquier tipo de organización humana, lo importante es saber aprender la lección y no repetir los acontecimientos. Esperemos que Civelli se recupere bien y termine transformándose en un elemento contundente acorde a las expectativas con que se trajo.

El próximo domingo 21 de octubre, a las 16:00 horas, nuestra U tendrá la oportunidad de despegar nuevamente para encumbrarse a la altura que le corresponde. Si bien es cierto será un partido complicado debido a la tradición del rival, por trabajo y fútbol los azules deben demostrar la distancia. Las lecciones aprendidas son no caer en la ordinariez del juego mal intencionado de los mentecatos de la ruca, imponerse al árbitro con liderazgo para que sancione como corresponde y, por sobre todas las cosas, ingresar a la cancha totalmente convencidos de la capacidad del equipo. Es probable que en los primeros minutos del partido el técnico “Omar Lambruna” permita ir adelante a sus comediantes, para satisfacer a la galucha cocacolina. Sin embargo, poco a poco irá replegando sus monigotes pues no se arriesgará a ser vapuleado nuevamente con 4 ó 5 pepinos en el recto. Es así como veremos que en el propio corral de los chanchos, la U establecerá dominio y protagonismo, intentando buscar el triunfo de manera resuelta, valiente. Sólo un accidente proveniente de un arbitraje artero, o una mala tarde de nuestros jugadores, podría determinar el no ganar este partido. Y no perdamos de vista que se trata de un partido para el honor, pues en estricto rigor no representa riesgos deportivos: se está clasificado para playoffs, y será allí donde la U deberá demoler a sus rivales, incluyendo la posibilidad de enfrentar nuevamente al equipo lococolino. Lauchas de alcantarilla como Felipe Flores deben atragantarse con sus hediondas declaraciones, lo mismo que su folklórico DT.
El horizonte inmediato y que reviste mayor importancia para la Universidad de Chile está en Ecuador, tan sólo cuatro días después del “clásico”. Si se enfrenta con inteligencia, no hace falta romperse las piernas frente a hienas desesperadas por vencer a toda costa a quién consideran su archienemigo. Bastará con establecer dominio producto de la superioridad futbolística y de los todavía frescos antecedentes que avalan el sollozo encogido de las gallinas blancas.

Viva la U!

jueves, 4 de octubre de 2012

Universidad de Chile 2 – Emelec 2


Este partido fue la antítesis de lo que mostró la U ante Santos la semana pasada: un primer tiempo impresentable en el que varios jugadores exhibieron un nivel paupérrimo. La oncena estaba apática, perdía balones ridículos y nadie se dignaba a poner la pelota contra el piso.
Jorge Sampaoli conformó una línea de 3 zagueros muy extraña en la que ubicó a Igor Lichnovsky por la izquierda y a José Rojas en el centro de la zaga, cuando la lógica dicta lo contrario: Lichnovsky debiera asumir el puesto de central y el capitán cargarse hacia la banda. El joven defensa terminó yendo al sacrificio y estuvo incómodo los 45 minutos que jugó, tal como le aconteció ante Deportivo Quito en Ecuador. Tal vez la recuperación de Waldo Ponce pueda corregir este desequilibrio de aquí a fin de año.
Sebastián Martínez es una promesa y como tal está expuesto a la típica irregularidad de los jugadores jóvenes, fenómeno que en esta clase de torneos se paga caro. Anduvo muy mal y se extrañó la solidez de Roberto Cereceda, quien debiera ser titular hace rato. En el segundo lapso, Martínez asumió el centro de la zaga y su falta de envergadura física fue un peligro constante en los mano a mano que habitualmente deben afrontar los zagueros azules. Aquel puesto requiere un vigor embravecido que este novato no posee.
Matías Rodríguez, por su parte, debiera ocupar el banco de suplentes hasta que estuviese completamente recuperado de su operación: está impreciso, rígido, no marca bien y habilita a los rivales. Este puesto debe ser utilizado por Paulo Magalhaes, quien venía rindiendo bastante bien y fue injustamente relegado.
Si Charles Aránguiz sufre una contractura es absurdo que entre como titular, en el segundo gol de los ecuatorianos quedó claro que no estaba al 100%. Aránguiz es uno de los mejores jugadores chilenos del momento pero jamás ha descansado, eso alguna vez tenía que pasarle la cuenta. El problema es que, además, es muy difícil de reemplazar. Por ahora, sólo se puede contar con Sebastián Martínez para que cumpla esa función o de una vez por todas que juegue Ezequiel Videla para que justifique su contratación.
Si bien Gustavo Lorenzetti a ratos se vuelve intermitente, es uno de los pocos azules que puede desequilibrar con un pase en profundidad. Así y todo, la inclusión de Guillermo Marino es una obligación, pues es el único capaz de aportar lucidez cuando imperan la confusión y la tosquedad.
Eugenio Mena, José Rojas y Johnny Herrera son los baluartes del equipo, eso está claro. Osvaldo González aún exhibe cierta discontinuidad.
En cuanto a la ofensiva, los goles de Enzo Gutiérrez y de Sebastián Ubilla desmintieron aquella falta de contundencia que la prensa bastarda les endilga: anotaron cuando tuvieron la oportunidad y siempre estuvieron al acecho. El problema no es de ellos, pues -además de la inexactitud generalizada- es la franja derecha la que no está funcionando: como ya señalamos, Matías Rodríguez debe recuperarse a cabalidad y su puesto es de Paulo Magalhaes o de Christian Bravo si se quiere más agresividad.
Los periodistas rameros se han dado un festín con la reciente ineficacia azul y, como siempre, han abusado de la insolencia demostrando el inmenso rencor que generó la supremacía de la Universidad de Chile en el último tiempo. En el colmo de la impertinencia titulan sus artículos roñosos con oraciones pendencieras: que a la U ya no la respetan en Sudamérica, que su ciclo exitoso se acabó, que la moda azul es empatar… El aspecto más vergonzoso de esta desesperación por fastidiar es el hecho de que la U ni siquiera perdió el partido y que ya se le esté dando por eliminada. El partido en Guayaquil será difícil pero no es imposible de ganar.
Lo realmente preocupante es la ola de lesiones que está afectando al plantel. Existe responsabilidad del cuerpo técnico al respecto por cuanto fue reticente a rotar el equipo cuando aquello correspondía, por ejemplo ante Cobreloa en los play off del torneo pasado y ante Unión Española cuando hacía dos días se había jugado contra Santos. Pero también es responsable Azul Azul por facilitar jugadores de forma indolente a una selección en la que reina la insensatez. Algunos culpan a los refuerzos y tienen algo de razón: ¿por qué hay clubes medianos que contratan tan bien y a la U le cuesta tanto traer extranjeros que calcen de inmediato? Es cierto que el sistema de Sampaoli es difícil de asimilar y que incluso posee otro ritmo de entrenamiento, pero tal vez aquello es solucionable en la medida en que lleguen extranjeros acostumbrados a la alta competencia. Como ya lo hemos manifestado en este blog, creemos que el camino es aprovechar los buenos elementos del campeonato criollo y por una sola razón: la oncena que ganó la Copa Sudamericana estuvo conformada en su mayoría por jugadores que se desempeñaban en Chile antes de llegar a la U: Johnny Herrera y Marcos González, ambos volvieron a casa; Eugenio Mena, Gustavo Lorenzetti, Eduardo Vargas, Gustavo Canales, Gabriel Vargas y Diego Rivarola, quien había recalado en Santiago Morning hacía mucho tiempo atrás. Osvaldo González y Charles Aránguiz venían del exterior, pero el primero ya había sido campeón con Markarián el 2009 y el segundo surgió de Cobreloa. Sólo Matías Rodríguez y Guillermo Marino arribaron directamente desde tierras foráneas. Antes había llegado Edson Puch desde Iquique y luego Junior Fernandes desde Palestino. ¿Acaso Ezequiel Videla, Eduardo Morante y Luciano Civelli son más que alguno de ellos? Definitivamente no; de hecho, son más sólidos Roberto Cereceda, Paulo Magalhaes y Albert Acevedo, todos surgidos del torneo local. Otras figuras que ya no están nacieron en la propia Universidad de Chile: Felipe Seymour, Marcelo Díaz y Ángelo Henríquez. Si analizamos bien, los únicos que parecen acreditar su venida son Enzo Gutiérrez y Sebastián Ubilla: uno desde O’Higgins y otro desde Wanderers. En suma, siempre serán más confiables aquellos elementos que ya conozcan el medio, los números y los rendimientos así lo avalan.

lunes, 1 de octubre de 2012

Universidad de Chile 0 - Unión La Calera 0


El gran cometido de la Universidad de Chile en Sao Paulo reveló que los azules están enfocados en las copas internacionales. El torneo local permite dosificar fuerzas y al fin Jorge Sampaoli ha incorporado el pragmatismo a su profesión; de hecho, acaba de señalar que es imposible luchar en tantos frentes al mismo tiempo y que, en definitiva, el campeonato chileno se define en los play off. La U ya no será ese cuadro obsequioso que daba espectáculo en todas las canchas del país empleando a su oncena estelar, esta tierra de sabandijas no se lo merece y los azules deben concentrarse exclusivamente en aquellos logros que le otorguen más reconocimiento y recursos económicos, así de simple.
Obviamente, la obscena prensa nacional exhibe su ignorancia y su arbitrariedad e inventa una crisis deportiva bajo el plebeyo principio de la ineficacia goleadora. De manera cínica manifiesta su “auténtica preocupación” por el hecho de que la U lleva 3 partidos empatados consecutivamente y, para recrudecer su “genuina angustia”, le suma las dos igualdades registradas en la Copa Chile y la caída ante Santos: ¡seis partidos sin ganar! –exclaman estas rameras de Babilonia, mientras tejen calzones con sus propias babas.
El partido ante Unión La Calera era intrascendente y peligroso a la vez, pues alguna lesión antes del encuentro ante Emelec podía complicar el panorama. Por tal razón, Jorge Sampaoli alineó un equipo casi inverosímil, formando una línea de 3 zagueros con Magalhaes, Acevedo y Lichnovsky e incluyendo a Pedro Morales y a Juan Ignacio Duma como titulares. Así y todo, pese a las ventajas que se dieron de antemano, los visitantes se refugiaron como si enfrentaran al Brasil de Telé Santana y atesoraron el empate.
El verdadero desafío es este martes a las 19:15 ante los ecuatorianos y el reto es repetir la buena actuación desplegada ante los paulistas, aunque manifestando la contundencia en el arco rival. Emelec jugará al contraataque aprovechando la propuesta ultra ofensiva de la Universidad de Chile y el periodismo, con su idiotez ejemplar, sólo considerará como resultado positivo una goleada. En fin, existen algunas disciplinas en las que Chile se destaca a nivel mundial: la imbecilidad, la ordinariez y la envidia.