Si la U perdía este partido se
olvidaba de la Copa
y caía en un pozo sin fondo. Lo ganó y eso se valora, aunque aquello no disipó
las tremendas dudas que deja este equipo. Para empezar, hemos señalado hasta el
hartazgo que Lasarte debe variar la táctica porque todos los rivales la leyeron
y lo esperan con dos líneas de cuatro o de cinco, contragolpeándolo con éxito.
Creemos que un pressing en mediocampo sería lo más indicado. Luego, hay
rendimientos paupérrimos que ya no resisten discusión: en el gol del cuadro
boliviano, Rojas se convirtió en principiante y González se dio vuelta por
enésima vez en el torneo. A ello debemos sumar las horrendas presentaciones de Espinoza,
Suárez y Canales. Este último es un gran jugador, pero aún no está listo para
volver a la cancha. Por si fuera poco, en el segundo tiempo hubo que soportar a
Fernández, un sujeto que saca de quicio a cualquiera porque hace todo mal. No
se entiende la testarudez del DT, quien lo debería relegar para siempre. César
Cortés es igualmente patético, pero al menos desbordó un par de veces. Como
sea, también debe largarse junto a su compadre Gutiérrez. ¿Qué pasa con los supuestos
refuerzos? Ocurre que Benegas debiera ser el titular en la Copa mientras Canales
adquiere ritmo en el campeonato nacional. El uruguayo Rodríguez, en tanto, tiene
condiciones pero no aguanta los 90 minutos. Conclusión: no es un refuerzo.
¿Cómo tiene que formar la U ? Si Herrera no ha jugado bien
en el torneo local, debiera alternar con Jiménez, al menos en aquellos partidos
menos riesgosos. La línea de zagueros debe ser la siguiente: Magalhaes,
discreto y todo, al menos corre y es valiente. Es suyo el puesto de lateral
derecho porque no hay otro jugador en esa zona y los goles que se pierde
aportan al humor criollo; además, Corujo debe sumarse a la zona de volantes. La
otra opción es utilizar a Suárez o a Bryan Cortés, pero a este último Lasarte
no lo considera ni en broma. Si González está jugando mal, tiene que ingresar
Vidal. Rojas debe volver a la zaga central y como lateral izquierdo sólo puede
desempeñarse Joao Ortiz. En algún momento se pensó que Cuevas podría encargarse
de esa banda, pero su espantosa presentación ante Audax lo hizo perder terreno.
El mediocampo debe armarse con el mentado Corujo por derecha, Martínez, Pereira
y Lorenzetti. Los únicos delanteros disponibles al 100% son Ubilla y Benegas.
Esto sería lo más decente:
Herrera (Jiménez).
Magalhaes (Suárez o Bryan Cortés), Vidal (González),
Rojas y Ortiz.
Corujo (Bryan Cortés), Martínez (Espinoza), Pereira.
Lorenzetti (Rodríguez).
Ubilla y Benegas (Canales).
Hasta ahora sólo podemos
alabar las presentaciones de Lorenzetti, Corujo y Pereira.
¿Qué ocurrirá de aquí en
adelante? Sólo el diablo lo sabe. Esperemos, eso sí, que Lasarte deje de
consumir los relajantes musculares que le nublan la razón y que lo hacen
incluir a pasteles rancios que ya no rendirán. Para qué nombrarlos otra vez.