Castañeda
y Musrri regalaron un tiempo por enésima vez y alinearon la misma oncena que
había perdido 1x2 los primeros 45 minutos con Unión Española. ¿Por qué insistir
con algo que ya no había resultado? Para variar, el primer lapso de Jara fue
horrible, la presencia de Fernández fue fantasmal y el aporte de Reyes, Leiva y
Shultz fue paupérrimo. Monzón ha subido un poco su nivel, pero así y todo no le
basta. Este pleito era la gran oportunidad para quedar quintos, pero se
despilfarró de manera mediocre: Audax presentó una oncena alternativa.
La
U no tiene peso ofensivo: llega bien por ambas bandas, pero sus delanteros
pierden goles debajo del arco. Fernández da vergüenza: enseña su falta de
compromiso con descaro, no pelea ningún balón y ni siquiera corre. Debe irse
este semestre. Por otra parte, la zaga es lenta como un caracol de jardín.
Lo
que más molesta del cuerpo técnico es la obstinación por emplear jugadores en
puestos cambiados, más aún si hay especialistas relegados a la suplencia:
1.
¿Por qué juega
Martínez de lateral derecho y Rodríguez está en la banca? Lo lógico es emplear
al canterano en su puesto; esto es, como volante de contención. Más aún si el
rendimiento de Reyes y Shultz es anodino.
2.
A propósito de lo
anterior, no hay duda de que los extranjeros más destacados son, precisamente,
Rodríguez y Lorenzetti; sin embargo, son ellos los excluidos. ¿Qué pasa con
Monzón y Fernández? ¿Juegan sólo porque lo ordena Heller?
3.
¿Por qué se
insiste con el perfil cambiado de Zacaría? Jugando por la izquierda sería aún
más peligroso y no tendría que usar la pierna derecha para centrar: todos los
ollazos se le van detrás del arco o por arriba del horizontal. Lo más sensato
sería que creara un circuito con Beausejour.
4.
¿Por qué están
en la banca Lorenzetti y Maturana si son los jugadores más dotados
técnicamente? En cualquier oncena deben jugar los mejores, es así de simple. La
ausencia de ambos sólo genera una tenencia de balón estéril; pues, si ellos no
están, nadie es capaz de filtrar un pase profundo y menos aún de devolver una
pelota de primera.
5.
Aún no se
soluciona el tema de la dupla de zagueros centrales. Quedó al desnudo la
lentitud de Contreras y la ya mentada inoperancia de Jara. Ni hablar de Vilches,
un jugador que sólo aporta peligro para la propia zaga. Sólo Nicolás Ramírez
enseña solidez; sin embargo, también es relegado, lo que contradice el discurso
relativo a la identificación: son precisamente los jugadores provenientes de
las series menores los que están más compenetrados con la U. Estrictamente
hablando, lo que se requiere a fin de semestre es un defensa central que
acompañe a Ramírez y que tenga experiencia y nivel sudamericano. Por ahora,
sólo Contreras parece ser su compañero más adecuado.
6.
Dando por
sentado que Fernández jamás irá a la banca, ¿quién debe acompañarlo si no está
Mora? Simple, Taiva o Briceño. Leiva es un mediocampista con llegada y requiere
más terreno para desempeñarse mejor.
En
fin, todo indica que en estos dos partidos que restan no se verán cambios
sustanciales, cuando en realidad la cirugía se debió aplicar hace rato. Lo que
está fuera de discusión es la necesaria titularidad de Rodríguez, Ramírez,
Lorenzetti y Maturana; el retorno cuerdo de Martínez y Zacaría a sus puestos; y
algo que no ocurrirá: las exclusiones de Jara, Reyes y Fernández, y la inclusión
de Taiva y Briceño como delanteros titulares. Al menos son jóvenes y aún tienen
ambiciones.