Una de las peores presentaciones que
se ha visto en los últimos años: pasividad en la zona defensiva y un medio campo desconectado y sin un
trabajo táctico. El tema de la delantera es un asunto aparte, porque
derechamente de mitad de cancha en adelante la U sólo improvisa y queda a la
suerte de algún rebote o llegada que siempre es desperdiciada o estropeada por
la pareja Rubio – Ubilla. El rendimiento del equipo puso en riesgo el honor de
la Camiseta Azul que tiene esa U roja en su pecho. Jugadores trotando, sin
rebeldía ante la adversidad y, sobre todo, sin representar la entrega y el
coraje que tiene la historia de este club.
Una triste y penosa actuación que
demuestra la gravedad de la situación que se atraviesa.
Johnny Herrera: todo se resume en que Herrera es quien convierte el gol y al
mismo tiempo salva a Universidad de Chile de ser goleada. Nuevamente imponiendo
liderazgo y motivando a jugadores que estaban trotando la cancha. Por lejos el
mejor valor individual del equipo.
Nicolás Ramírez: si bien este canterano ha tenido buenas presentaciones en
anteriores partidos, esta no fue la ocasión: se vio con poca movilidad en el
primer gol, fue superado en los contragolpes y en algunas oportunidades se
mostró inseguro al salir jugando.
Osvaldo González: irregular partido. Si bien fue de lo mejor en la zaga azul, la
incapacidad del planteamiento táctico permitió que la defensa se viera muchas
veces en retrocesos desiguales ante su rival. Aportó entrega y se observa un
alza en su nivel con respecto al cierre del semestre anterior.
Cristián Suárez: pésimo partido. Como stopper por la izquierda y cuando fue por
momentos lateral zurdo se vio fácilmente superado por los delanteros de Palestino.
No tiene anticipo. Lento en los cierres y muy distraído en la marca en momentos
que un profesional debe estar concentrado.
Matías Rodríguez: era el encargado de abrir la cancha por la derecha y nunca lo
hizo, es uno de los llamados a tener mayor protagonismo para salir de este mal
momento. Por otro lado, semana a semana es cambiado de posición y eso también
influye en la poca constancia de su rendimiento. Bajo Partido de Matías.
Sebastián Martínez: desapareció del partido, poco trascendente, corrió mal la cancha,
severas falencias técnicas y un jugador que su rendimiento ha ido en caída
importante el último año. En los últimos partidos su bajo rendimiento ha
significado apresurados cambios. Es ilógico seguir en la titularidad con tan
bajo nivel futbolístico.
Mathías Corujo: el mejor jugador junto a Herrera, es loable su entrega y
despliegue físico: cada pelota la disputa como la última, es el único que
muestra rebeldía. Corre, pide las pelotas, llega al arco rival y genera mayor
peligro que los mismos delanteros. Con su rendimiento le envía un mensaje claro
a Becaccece: NO PUEDE ESTAR FUERA DEL PLANTEL TITULAR.
Fabián Monzón: otro
de un rendimiento paupérrimo, lento, mal físicamente y para peor, displicente.
Aporta buena pegada, pero la U requiere más de este nuevo integrante. Hoy la
banda izquierda no aportó ni defendiendo ni atacando. Físicamente se vio
mermado en temprano momento del partido, lo que para un profesional es
impresentable. Debe mejorar de manera obligatoria.
Gustavo Lorenzetti: otro afectado por las improvisaciones técnicas y tácticas,
comienza de media punta, luego de volante de contención y casi termina como
central. Verdaderamente impresentable lo del cuerpo técnico. No tuvo un buen
partido el 22, ya que debe cargar con muchas responsabilidades, debe hacer
jugar al equipo y quitar balones, un despropósito. Sigue siendo técnicamente el
mejor jugador del plantel y eso se le reconoce. Puntualmente hoy perdió balones
y no tuvo apoyo en el medio campo.
Sebastián Ubilla: no da para analizar el caso de un jugador que pierde un gol a 5 metros del arco. Le dio
un pelotazo a Marín en un mano a mano que era gol cantado. Pésimo rendimiento e
imposible de describir lo realizado por este delantero.
Patricio Rubio: junto a Ubilla son dos jugadores que no deben tener más opciones
de titular, inconexo, impreciso, “un jugador sin alma”. Eso describe lo
mostrado por este pseudo delantero que colma la paciencia de todos los hinchas
azules.
Cambios:
Luis Fariña: entró
por Martinez. No se muestra como un real aporte para el cuadro azul, no hizo
nada en el tiempo en cancha, lento y demasiado impreciso para ser el enlace de
la Universidad de Chile. Nuevamente mal desempeño.
Yerko Leiva: entró
por Monzon. Beccacece quemó a este juvenil, pues lo mandó a la cancha sin una
responsabilidad dirigida, sin un mensaje claro. Deambuló en la cancha y casi no
tocó el balón. Su mal desempeño es única y exclusiva responsabilidad del mando
técnico.
Leonardo Valencia: ingresó por Rodríguez y mostró ganas. Si bien no tuvo mayores aportes,
es indiscutible que es más jugador que Fariña, Ubilla y Rubio. Valencia debe
ser titular ante tan bajos rendimientos individuales.
Por Cristóbal Cornejo Sánchez