El
descalabro que vive la U es absoluta responsabilidad de Azul Azul, una
concesionaria que no supo administrar la gloria: desde que se ganó la Copa
Sudamericana sólo ha hecho estupideces. Podría construirse un carrusel o un
museo de cera con todos los patanes que ha contratado: desde entrenadores
ineptos hasta jugadores mediocres que no han aportado nada. Para más remate, se
ha despilfarrado toda una generación de jóvenes formados en el club, lo que por
lo demás atenta contra la identidad de la institución; de hecho, el último “éxito”
al respecto ha sido el fichaje de Nazareno Solís por parte de Boca Juniors: un
muchacho rápido, ambidiestro, con desborde, buena pegada y absolutamente agradecido.
Pero claro, era más importante la opinión de Lasarte, un DT perezoso que estuvo
un año de más y que jamás debió tener el poder de desechar a niños formados en
casa, menos aún para mandarlos a la Primera B argentina. ¿Qué clase de directivo
tolera algo así? ¡Todos los entrenadores son aves de paso y las dirigencias
tienen la obligación de proteger a los jóvenes que ha formado! ¡Tan difícil es
entenderlo! Azul Azul obra como el aborigen que cambia oro por pedazos de
vidrio. Ignorantes, prepotentes y fracasados: mientras más invierten, más
debilitan al equipo. Son una paradoja viviente. Debieran ser más consecuentes
con su propia necedad y disfrazarse del Chapulín Colorado o de algún otro
personaje de comedia absurda, así vagarían con la irrisión a cuestas, como si tuvieran
una joroba de aserrín.
El
caso Beccacece es la guinda de la torta: apenas llegó causó problemas,
inmiscuyéndose en un camarín que no era el suyo y en un proceso que aún no
finalizaba. Si consideramos, además, que el equipo venía de ganarle la final de
la Copa Chile al eterno ladrón, el despropósito y la descortesía hacia el
plantel fueron de antología. ¿Cómo un dirigente permite semejante ordinariez? Este
capítulo fue tan patético, que de no ser precisamente por los tres puntos
ganados a Huachipato en el último pleito de Lasarte, la U pudo haber estado a dos
unidades del descenso durante gran parte del último campeonato.
A
Beccacece se le ha permitido tomar decisiones apresuradas que sólo han
contribuido a empeorar el rendimiento: se fue Magalhaes, que con todas sus
deficiencias aportaba mucho más que el discreto Monzón, quien a su vez sólo
vino a adornar la banca. Se fue José Rojas y llegó Jara, ¿lo ha hecho mejor?
Por supuesto que no; además, sus actitudes de matón degenerado dan vergüenza
ajena y son un mal ejemplo para todos los niños del país. Ahora se fue Osvaldo
González y llegó Vilches, ¿es más? Tampoco. A propósito, ¿qué fue del excelente
Nicolás Ramírez? ¿También terminará reforzando la competencia como lo hacen en
la actualidad Valber Huerta y Christian Bravo? Se fueron dos seleccionados
uruguayos, ¡seleccionados uruguayos! Eso es desconocer la historia del fútbol
sudamericano, así de simple.
En
cuanto a la táctica, ni hablar. Beccacece no ha sido capaz de armar un
mediocampo cuerdo; de hecho, tiene al mejor volante foráneo del torneo en la
banca: Lorenzetti. Es curioso que en los foros haya tantos hinchas azules que
lo critican. Seguramente son imberbes que recién están viendo fútbol y que aún
no entienden la importancia que tiene el diminuto mediocampista: toca de
primera, acelera el juego, los ayuda a todos y convierte en pelotas de fútbol
cada uno de los rústicos melones y zapallos que le entregan sus compañeros. Es
todo lo contrario del anodino y triste Ramón Fernández, por quien se pagó más
de un millón y medio de dólares, increíble, ¡estos dirigentes son tan ciegos e
ignorantes!
El
actual DT insiste en utilizar a Maturana por la derecha y en incluir a Martínez
como titular, pese a su bajísimo desempeño. Él debe ganarse el puesto, como
cualquier otro. Con Reyes, Zacaría, Lorenzetti y Leiva habría algo más de
lógica. Otras alternativas son Shultz y los mentados Maturana y Martínez. ¿Enganchar
a Gastón Fernández como media punta? Eso es una estupidez, pues el trasandino
es un delantero neto y debería acompañar a Mora todo el tiempo. Si bien se
reconoce que Beccacece lo hace jugar incómodo, la falta de sangre de este
supuesto refuerzo ya comienza a molestar: ¡compadre, si usted pierde la pelota,
debe romperse el lomo para recuperarla y no quedarse parado como un holgazán! Y
esto es precisamente lo que no ven quienes cuestionan a Lorenzetti: pese a su reducido
físico, es muy valiente, sale a trabar igual, pelea todas las pelotas, corre
los 90 minutos y nunca se lesiona. Si Mora y Fernández no rinden, debe acudirse a Taiva y a Briceño; por lo demás, se necesitan juveniles en cancha
para cumplir con la norma del torneo.
La
verdad de Azul Azul es que, cuatro años después de tener al mejor equipo de
Sudamérica, posee el peor cuadro de la Primera División chilena: en la
competencia anterior sólo ganó dos partidos y llegó a estar a 5 puntos del
descenso con una plantilla millonaria. Se salvó sólo porque había equipos aún
más mediocres. En cuanto a este torneo, el triunfo ante San Luis fue engañoso: antes
del segundo gol a favor, los quillotanos tuvieron dos mano a mano con Espinoza
y el empate ya era palpable. La U de Concepción, en tanto, venía de jugar en la
altura a mediados de semana y, por lo mismo, estuvo muy perdida en los primeros
minutos. El resto son dos derrotas y un triste empate de local con Antofagasta.
Nuevamente se tendrá una campaña horrible que será inversamente proporcional a
la inversión. ¿Cuándo terminará este ciclo nauseabundo? Sólo cuando los genios de
Azul Azul entiendan que, antes de traer monigotes, deben contratar un cuerpo
técnico de nivel sudamericano. Bauza estuvo disponible al menos dos veces y ahora es el técnico de la selección Argentina. Sin comentarios.
La presentación del Sábado fue un fiasco inconcebible, es de esos resultados saca entrenadores, el nivel mostrado en el primer tiempo da cuenta de una exposición a la institución y su historia que no merecen perdón, ni olvido. La U está secuestrada por una plutocracia infame que no realiza ninguna autocritica, sumado a un DT incapaz de dar un golpe de timón y sacarle rendimiento a un equipo.
ResponderEliminarFue una vergüenza jugar y caer de la manera que se hizo, pero solo es el fiel reflejo de las malas decisiones que Azul Azul ha generado en 5 años.
Vilches un Burro gigante, Fernández muy lento y predecible. No puede ser que Maturana juegue 70 minutos y tener en la banca a Briceño o Zacarías. El medio campo está desequilibrado, y solo cuando entro Lorenzetti arregló el circuito y puso la pelota al suelo.
Que bueno que se asomó el verdadero nivel de este equipo y expuso la incapacidad del DT Chanta que tenemos!!
La UC jugó como lo que es, un equipo chico que como gran virtud supo aprovechar nuestros errores defensivos, suficiente para humillarnos con un 0x3.
ResponderEliminarEl 1º gol no fue de mala suerte como algunos pretenden decretar, se produjo por el inexistente trabajo táctico defensivo del equipo en la semana y por la porfía del Dt en no poner un hombre en el 1º palo, error básico que este inepto de Becaccece no aprende pues ya nos habían marcado hace poco de la misma manera.
Otro error del farsante fue poner a Ureña desde el inicio pues quedó en evidencia del por que no estaba jugando y menos darle titularidad en un clásico. Un tiempo completo perdido por la paveada del Dt.
Este argentino charlatán pareciera que quiere inventar algo que solo él cree y solo en su cabeza funciona!. Eso se llama demencia y lo peor de todo es que Heller le cree!
Es lamentablemente ver el momento de nuestros amada Universidad de Chile y a los dos dementes a cargo dirigiendo a tropezones supuestamente para salir del caos.