
La cadena del desastre que se fue consolidando luego del
éxito alcanzado en 2011, no deja de presentar sus efectos aún. Beccacece recién
comienza, por lo tanto sería una soberana estupidez condenarlo ahora. Aquello queda
sólo para los hinchas descerebrados. No se puede objetar el hecho de que el
argentino es un debutante, aunque para mi, no un novato. No me cabe duda de que
Beccacece adquirió muchísima experiencia en su trayectoria junto al cuerpo
técnico de Sampaoli. Sin embargo, esto no anula la existencia de una etapa de
acomodo, que implica errores, ansiedad y una incierta variable de tiempo para
despejar la incógnita del futuro funcionamiento del equipo. En el breve lapso
del santafecino en la U, hemos visto aspectos muy positivos, como la hasta
ahora auspiciosa inclusión del juvenil Nicolás Ramírez, la llegada de refuerzos
que al menos, responden en el papel. También, un funcionamiento de juego
bastante más armonioso que el que vimos con Lasarte, lo que nos hace pensar que
queda mucho por mejorar. No obstante, hemos visto algunos aspectos negativos como
las confusas decisiones en los cambios que realiza, la insistencia enfermiza
con delanteros inservibles y por último, algo que más bien tiene relación con
los gustos propios de cada técnico, la exclusión de jugadores que en esta
pasada, podrían haber sido más útiles que algunos que permanecieron. En este
contexto, resulta incomprensible que incluso jugadores que se quedaron en el
club estén siendo relegados a segundo plano, en circunstancias que venían consolidándose
como figuras importantes en el juego del equipo. Guzmán Pereira es el que más
llama la atención, desplazado por un Gonzalo Espinoza al que incluso se le
había comunicado que no seguía. Leonardo Valencia es otro de los casos, también
fue advertido de que no continuaría y, a pesar de haberse quedado y respondido
cuando se lo incluyó, sigue en segundo plano. Este tipo de señales erráticas
reflejan un natural grado de falta de experticia en Beccacece, que esperamos
obedezca más bien a un breve período de acomodo que a una confirmación de su característica
de debutante.
El partido de anoche en Uruguay, sigue confirmando que el
desequilibrio en la conformación del plantel se ha convertido en un problema
crónico. Si antes veíamos importantes falencias en defensa, la “vestidura de
ese santo” no sirvió más que para que quedara al desnudo el otro: la delantera.
Con personajes como Rubio y Ubilla, la U no tiene ninguna chance a nivel
internacional. Si hasta a nivel local se las restringe con este par de
jugadores de taca-taca. Por otra parte, nadie va a desconocer la jerarquía de
Gustavo Canales aunque lo cierto, es que los años y el desgaste no pasan en
vano. Con todas las limitaciones técnicas que verificamos en Benegas (otra
contratación realizada con las gónadas y no con la razón), éstas quedan
minimizadas frente a la inoperancia de un Patricio Rubio indolente. Al menos el
negro Benegas “mete la chala”, tiene fuerza y a veces incluso la encaja dentro
del arco. El caso de Ubilla es patético, un jugador cuya única cualidad es la
velocidad debería sincerar su actividad. Que se vaya a pillar a los lanzas del
puerto y recupere las carteras robadas.
Ciertamente ofusca bastante perder partidos con rivales
menores. Nunca se debe menospreciar a algún rival, el River de
Uruguay tuvo bastantes méritos pues corrió todo el partido, fue fiel a su
fórmula y terminó ridiculizando a un equipo que debió presentar una propuesta
similar e incluso, superar a su rival. Ya sea por historia y por valorización
de su plantilla, a lo menos no se debió perder y menos por un marcador tan
desventajoso. En resumen, no hay excusa que valga, lo de anoche fue una
presentación horrible. ¿Cómo se explican las salidas de Lorenzetti y Corujo? ¿A
qué ingresa Pereira tan próximo a la finalización del partido y con necesidad
de marcar un gol? ¿Por qué no salió Rubio? Son incógnitas que tendremos que ir
despejando para saber a ciencia cierta sobre las reales capacidades de un técnico
que tiene fuelle para equivocarse en la U. Sin perjuicio de lo anterior, sus
errores no pueden convertirse en flagrantes y deberá poner máxima atención a la
competencia local. Es cierto que la llave con River Plate es superable, mas
también es cierto que era evitable la derrota tan expresiva frente a un cuadro
con méritos pero bastante discreto.
Lo de los delanteros es insoportable! El equipo cargando la responsabilidad de sus goles en Lorenzetti, Corujo y Canales es un despropósito.
ResponderEliminarSe debe revertir el funcionamiento de la mitad en adelante.
Y me parece que Martinez demostró su inactividad y careció de trascendencia.
Se dará vuelta porque el rival es de muy bajo nivel.
Buen artículo Rodrigo
Bien, es mejor pensar que Beccacece está recién conociendo al plantel y que pronto se defraudará de varios. Corujo y Lorenzetti no deben salir NUNCA del equipo: el uruguayo puede hacer un gol en cualquier momento y el rosarino es el jugador más completo, no sólo del plantel, sino del fútbol chileno. Mal el DT al reemplazarlos. Debieron salir, luego de los primeros 45 minutos, Fariña, Rubio y Martínez (este último por la amarilla que tenía encima), e ingresar Pereira, Valencia y Pinilla.
ResponderEliminarEspinoza es un cuento de nunca acabar, definitivamente es suplente de Guzmán Pereira, quien ya se adecuará a la nueva propuesta táctica. A Martínez y Fariña les faltan minutos de juego, lo mismo que a Canales y Monzón.
En fin, la constante de este último y nefasto tiempo es que la U debe armarse cada semestre porque sólo han reinado el desorden y las malas decisiones. No puede ser que se esté peleando un ingreso a la Copa con delanteros de segunda división.
River de Uruguay es un equipo mediocre cuyos jugadores magnifican cualquier clase de roce, aunque por otra parte no golpean y corren todo el partido. ¿Estará la U realmente capacitada para sacar 3 goles de diferencia si Rubio y Ubilla pierden cada uno 3 o 4 por pleito?
De jugar a jugar la U es mejor y quedó demostrado, el asunto es que la concreción dependerá, como siempre, de los volantes o de los zagueros.
Otro semestre de acomodo gracias a Azul Azul.
La mejor noticia, hasta ahora, es que apareció Nicolás Ramírez desde las devisiones menores. Así dejan de llegar fardos trasandinos con fobia a los sismos o zagueros de provincia que arrugan sin remedio. Ojalá aparezca un par de delanteros.
Saludos.
Felicito a Rodrigo y a los comentaristas de esta columna por su detallado y certero análisis de este partido como del momento de la U.
ResponderEliminarAdemas de todo lo ya dicho antes, solo destacaría la llegada de Gonzálo Jara que aporta experiencia, velocidad y buena salida a la defensa, y si tuviera que criticarle algo es que no se confíe y que entregue la pelota un segundo antes. El es el gran refuerzo de esta temporada y lo está demostrando.
Tengo fe que en que en nuestra casa y con toda nuestra gente lo damos vuelta.
Vamos la U!!!