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domingo, 2 de septiembre de 2012

UNIVERSIDAD DE CHILE 2 / UNIÓN SAN FELIPE 0

Si bien es cierto se mejoró mucho en defensa con los regresos de Osvaldo González y José Rojas, la zaga azul sigue sin entregar grandes garantías a Johnny Herrera. En todo caso, al frente estuvo un rival mezquino, pobre y pusilánime, a imagen y semejanza de su director técnico. Sólo cuando descaradamente jugaron algunos minutos con un hombre más, consiguieron aproximarse a los tumbos al área azul. Ya me referiré al insidioso arbitraje del sinvergüenza Claudio Aranda.
Refiriéndose sólo a lo futbolístico, la U mejoró bastante respecto de sus presentaciones anteriores, considerando que hace rato experimenta una importante baja en el poder de gol. A mi modo de ver los puntos altos del partido fueron Enzo Gutiérrez y Eugenio Mena. Ambos autores de uno de los dos goles que dejaron al equipo en el segundo lugar de la tabla y con un partido pendiente ante Cobreloa.  
La partida de jugadores claves desde la obtención de la Copa Sudamericana, ha obligado a Jorge Sampaoli a reinventar un esquema de juego y formación que obtenga los resultados de su filosofía: intensidad con una exuberante producción ofensiva. La partida de Marcelo Díaz obligó al DT a modificar el esquema y la formación, tanto así que hasta ahora aún no consolida una oncena estelar. Aguardan desde afuera jugadores que debieran estar llamados a proporcionarle contundencia a los propósitos de Sampaoli: Ubilla, Civelli, Ponce y, ¿debiera nombrar a Morante y Videla? Todavía no queda claro si en efecto estos jugadores no han conseguido adaptarse firmemente a lo pretendido por el técnico o, simplemente, no cuentan con el convencimiento del estratega.
Promisorio y resaltable el desempeño de Enzo Gutiérrez, un jugador laborioso, bien dotado técnicamente y amigo de las redes. Por cierto hasta ahora, el único refuerzo propiamente dicho.
Hablemos del arbitraje, es justo y necesario. Claro, porque cuando todo el mundo es testigo de la desfachatez, de lo insoslayable, de lo absurdo y manifiesto para el criterio universal, lo que arteramente archirivales llaman “llanto” en realidad se denomina denuncia. Se iniciaba el partido y Eugenio Mena es víctima de una alevosa falta penal en las barbas del “árbitro”. No sólo fue penal, sino una falta violenta que ameritaba a lo menos tarjeta amarilla. La insolencia de Aranda sólo comenzaba con aquella fétida omisión. El elenco del “Espectro Figueroa” continuó desarrollando un juego digno de aborígenes descerebrados, tanto o más que el propio Claudio Aranda. El chico Cristian Bravo, de muy buen cometido y auspicioso futuro, fue presa de verdaderos delincuentes al punto de dejarlo lesionado a los pocos minutos de haber ingresado a la cancha. Todo sucedía ante la procaz contemplación del supuesto árbitro del partido. Enzo Gutiérrez sufrió una patada a la altura de la rodilla, cuando la pelota corría a metros de distancia y cuando absolutamente nadie pudo negar lo aleve de la falta. Tan sólo tarjeta amarilla para Acuña, un jugador que pese a su problema de conocimiento público con el alcohol, continúa practicando fútbol en Chile de manera profesional. Ese tipo de recursos perversos son para él la única posibilidad de anular el rendimiento verdaderamente profesional de un compañero de trabajo, y más encima, queda impune gracias a uno de sus más probables secuaces. Para el comprado Claudio Aranda, el reclamo de José Rojas frente a tamaño acto de corrupción se juzga con su expulsión. Francamente una insolencia del porte del estadio. Este tipo de personajes debe ser erradicado del fútbol profesional, es un hecho que tales conductas desvergonzadas generan violencia en la masa enardecida. Uno puede comprender errores, pero cuando la evidencia es tan contundente, no hace falta gozar de intelecto superior para descubrir que existe intencionalidad. Basta de hacerse los gazmoños, las cosas por su nombre.
Para cerrar, esperamos que el esguince de tobillo sufrido por Matías Rodríguez (otro a quien le pegaron con impunidad), sea leve y pueda recuperarse pronto. Quizá sea adecuado que descanse pues hace tiempo suma gran cantidad de minutos. Martes cuatro de septiembre en Calama, siguiente compromiso azul frente a un debilitado cuadro de Cobreloa.
Un saludo a todos quienes leen este blog, ¡viva la U!

2 comentarios:

  1. Habíamos advertido en el artículo anterior que los árbitros iban a ser un tema en los partidos venideros. El cometido de Claudio Aranda huele a mafia rasca de la ANFP: esta entidad de vampiros colisones no le perdonará a la U que haya desnudado la chacra inmunda en la que se desenvuelve.
    Bien las declaraciones de Sampaoli, nos deja tranquilos saber que el DT está al tanto de todas las maniobras sucias de un periodismo mediocre y cobarde.
    La U debe encontrar su funcionamiento ideal y esta clase de torneos da un margen suficiente como para tener paciencia y no desesperarse.

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  2. Efectivamente así fue...los tres árbitros del encuentro dejaron golpear at-libitum durante todo el partido, situación que se había repetido tal cual en el partido anterior y que ya comienza a ser realmente preocupante por el evidente riesgo a la integridad de nuestros jugadores y por supuesto por la dificultad adicional para lograr sacar adelante los resultados.
    Hay una mano negra que groseramente está intentando evitar el tetracampeonato...Pero estos hijos de perra no saben de la fuerza del León y de que estamos acostumbrados a jugar enfrentando toda clase de obstáculos. Contra todos una vez mas!
    Vamo la U mierda!!

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