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lunes, 24 de noviembre de 2014

Universidad de Chile 1 / Barnechea 1


Antepenúltima fecha del torneo y la hipótesis comenzó a reafirmarse. La Universidad de Chile no ha conseguido sacudirse completamente del ominoso proceso liderado por semejante guarro de apellido Yuraszeck. Simplemente, este equipo no tiene delanteros al nivel de un club que pelea campeonatos. Los precios pagados por jugadores como Rubio, Ubilla y Gutiérrez son francamente escandalosos. Bastó la ausencia del “Conejo” para desnudar aun más las falencias del ataque azul. César Cortés convirtió un golazo frente a Cobreloa y claro, extravagancias como aquella de vez en cuando ocurren. El fondo está en que jugadores enclenques e irresolutos como este, no pueden formar parte del plantel de un equipo grande. Para colmo, Lasarte desperdició buena parte del lance ubicándolo con perfil cambiado al lado derecho de la ofensiva.
El caso de Juan Ignacio Duma es lamentable, osó decirse que era un jugador de enormes proyecciones y por el contrario, la realidad solo muestra a un niño mimado que transita por la cancha más preocupado del peinado que de jugar al fútbol. Cupo foráneo desperdiciado que debe ser corregido rápidamente. Patricio Rubio no es un mal jugador, no obstante, está muy lejano del tipo de hombre que requiere un club aguerrido. No está identificado ni en lo más mínimo con el club, carece de fortaleza física y mental y, al igual que en otros casos, se desperdició una enorme cantidad de dinero para hacerse de su carta. De Gutiérrez ni siquiera vamos a hablar, no es necesario pues se marca y se lesiona solo. Estúpidamente, ocupó espacio en la banca. El corolario es contundente desde las primeras columnas escritas en este blog: sin Gustavo Canales, la delantera de la U es un desastre. La sentencia anterior sirve para explicar el porqué no nos vamos a referir a Canales en este partido, lisa y llanamente no jugó.
El cometido del nuevo cuerpo técnico ha sido extraordinario, no cabe duda. Esto no implica que cometa errores como la mayoría de los técnicos que comandan las decisiones en un equipo de fútbol. Es incomprensible que Martín Lasarte haya optado por darle protagonismo a un jugador tan limitado como Paulo Magalhaes y, al otro extremo, esfumar del mapa a un jugador como Bryan Cortés, que a todas luces es superior al “brachileno” y pudiera haber sido un elemento muy útil en esta última parte de campeonato. La génesis del gol de Barnechea está en un tiro libre cuyo origen estuvo en una pérdida de balón imbécil por parte de Magalhaes, en línea de fondo de su propio campo, que posteriormente coronaría César Cortés con una falta digna de un papanatas. Ciertamente no pasa por aquella jugada puntual el resultado final del encuentro, pero demuestra la carencia absoluta de jerarquía de muchos de los jugadores que participan de este plantel. Como ya decíamos, la gran falencia de este grupo está en sus delanteros, que en una mala tarde no disponen del oficio suficiente para suplir una baja futbolística.
El funcionamiento colectivo fue francamente penoso, ante un rival menor, no hay excusa que valga. El mediocampo de la U tuvo una constante mientras estuvo en cancha Guzmán Pereira: el balón no pasó casi nunca por sus pies aun estando solo en la mitad del terreno. El uruguayo es un gran destructor de juego, con marca férrea y valiente, sin embargo, carece de condiciones técnicas para recibir un balón, dominarlo y pensar adonde entregarlo sin depositarlo en los pies del rival. Tiende a esconderse, a diferencia de lo que ofrece Gonzalo Espinoza, quien además de ser un muy buen marcador, es también un gran habilitador. No hubo en grandes pasajes del encuentro un germen de fútbol desde atrás, sumado a la ausencia total de laterales con vocación ofensiva y condiciones técnicas idóneas. Ni Magalhaes ni Rojas disponen de aquellos elementos.
No vale la pena referirse más a la rata de Fernández, pues le quedan solo minutos en la U. Desde hace bastante tiempo venimos diciendo que este jugador ya no debiera siquiera ser citado al banco de suplentes.


Es así como en una mala tarde, tanto de jugadores como de dirección técnica, la U comenzó a hipotecar la obtención de un título prácticamente obligado. Sin disputa de torneo internacional, no había excusa valedera para desperdiciar dos puntos frente a un rival con méritos pero no con pergaminos suficientes para amagar a un candidato a la corona. No haber derrotado a Barnechea debe hacernos aterrizar y asimilar que los merecimientos para abrochar la obtención de este campeonato, bajaron drásticamente a pesar de seguir vigentes.   

1 comentario:

  1. Se veía venir.....Tarde o temprano dejaríamos ir puntos a causa de las innumerables lesiones de jugadores que han sido claves en la ubicación actual en la tabla y por supuesto por J Herrera que nos venía salvando de caer estrepitosamente hace rato.
    A mi lo que realmente me causa rabia, lo que no es ninguna novedad e incluso es hasta beneficioso para nosotros, es que la prensa está dando por muerta a la U luego de lo sucedido este fin de semana ya que no dicen en ningún lado que la U sigue dependiendo de si misma!
    Si ganamos los dos partidos restantes, incluso esa supuesta final en caso de igualdad, seremos campeones del 2014!!!
    Que lindo sería tener una revancha y ganarle una final al eterno ladrón.
    La U aún depende de si misma!
    Vamos la U!!!

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