Durante
la semana aconteció un suceso ambiguo: la partida de Patricio Rubio. Por una
parte, atendiendo su irregularidad, el hecho no parecía descabellado; sin
embargo, había sido el goleador del equipo, era del gusto de Lasarte y, lo más
importante, su salida implicaba la titularidad de dos elementos de bajo rendimiento:
Enzo Gutiérrez y César Cortés. Para más remate, ante O’Higgins ambos
ingresarían desde el comienzo. Se esperaba lo peor…
Pese
a ello, el pleito ante los rancagüinos fue unilateral, la U dominó absolutamente todos los
sectores de la cancha y, por lo mismo, enseñó el trabajo que el cuerpo técnico
ha realizado desde su llegada: aunque parezca un sueño luego de tres
direcciones nefastas, los azules presionan en tres cuartos de cancha y ahogan
al rival ocupando cada sector del campo contrario. En este instante, el
mediocampo de la U
debe ser el mejor del torneo, pues armoniza los componentes de todo equipo
pesado: pierna fuerte, sacrificio, seguridad, velocidad e inteligencia. Hoy
todo esto fue confirmado gracias al alza espectacular de Guzmán Pereira, la
solidez de Espinoza, la celeridad y pericia de Corujo y el momento
extraordinario de Gustavo Lorenzetti, cuya habilidad e imaginación están por sobre
el promedio. Ramón Fernández desentona entre sus compañeros y el arribo de
Maximiliano Rodríguez debiera desplazarlo a la suplencia perpetua.
Otro
aspecto destacable es la cohesión de una zaga que casi siempre se conforma con
una línea de tres: gran presentación de González, Suárez evolucionó notablemente
y Rojas se siente muy cómodo al estar más libre. Asimismo, Herrera corroboró
que es el mejor portero del campeonato y evitó el descuento con dos atajadas monstruosas.
Aunque no volverá a patear penales.
Por
desgracia, el problema son los delanteros… Sin Rubio y sin Duma, las opciones
en ofensiva se limitan a cinco jugadores: Canales y Ubilla, que están
recuperándose, más el recién llegado Leandro Benegas y los mentados Gutiérrez y
Cortés. Este último no tiene salvación, pues un puntero que juega con su perfil
no puede fallar todos los centros que ejecuta, además es lento y le teme al
roce. La breve actuación de Ortiz debiera relegarlo a la banca para siempre. Gutiérrez,
por su parte, anotó dos veces jugando mal y sólo eso se le puede exigir: que no
falle los goles cantados, pues es un futbolista discreto y eso no cambiará. En
cuanto a Benegas, está en pleno proceso de adecuación a la estrategia de
Lasarte y, en definitiva, debe aprender a jugar en un cuadro que ataca los 90
minutos, cosa que jamás ha hecho, por eso terminó muy cansado. Pese a ello, se
mostró ganoso y cumplió con el gol más relevante del compromiso.
Insistimos
en destacar al cuerpo técnico charrúa, un grupo de profesionales serios y
decentes que en poco tiempo han convertido a la U en el equipo más compacto de Chile. El tema es
que esa consistencia tiene que afianzarse con goles y hay piezas que deben
reemplazarse definitivamente. Hoy quedó demostrado. Tal vez la solución sea
jugar con un 3-5-2 en el que el desborde por la derecha quede en manos de
Corujo y por la izquierda a cargo de Rojas y Rodríguez. Así las cosas, una sensata
formación de la oncena sería: Herrera; González, Suárez, Rojas; Corujo,
Pereira, Espinoza, Lorenzetti y Rodríguez; Canales y Benegas. Quienes debiesen
alternar son Martínez, Ubilla, Ortiz, Bryan Cortés, Carmona, Cuevas y Vidal.
Gutiérrez está en deuda pero acaba de tomar aire, veremos qué pasa con él.
En
fin, al menos ya recuperamos el decoro.
Saludos
a todos los azules del mundo.
La mayor virtud se desprende, de lo sólido que se vio la U en sus 3 líneas; frente a un equipo que no era fácil de ganar. Se logró observar altos rendimientos individuales, como Gonzalez, Espinoza y Benegas, quienes ganaron en casi todos los duelos con jugadores rivales. Es de esperar que Maxi Rodríguez se integré lo antes posible ya que G. Lorenzetti requiere de un partner futbolístico, que no se ha encontrado en R. Fernández.
ResponderEliminarExcelente artículo y vamos U de Chile!!!!!!
El otro que subió enormemente su nivel o recuperó el que tubo en años anteriores es Pepe Rojas. Se nota que ese es su puesto natural y además el sabe que atrás lo esta cubriendo Suárez que también se afianzó enormemente en su puesto y le da la tranquilidad necesaria a Rojas para subir, hacer paredes e incluso meter certeros centros que han terminado en goles. Por esta banda no veíamos esto con regularidad desde que se fue Mena.
ResponderEliminarEl otro que esta en un nivel que justifica plenamente el apelativo con el que llegó a la U de mejor volante de quite de Uruguay es Pereira, que además de quitar limpiamente y saber pegar con oficio a mejorado notablemente en la entrega, lo que se traduce en un medio campo bien parado y con pierna fuerte.
Grande la U