Vistas de página en total

lunes, 12 de septiembre de 2016

Cobresal 2 – Universidad de Chile 0

La U tiene un DT que no logra plasmar su supuesta idea en la cancha. De hecho, es probable que no sólo tenga una, sino varias y todas malas. Lo más llamativo es que el equipo carece de movilidad. Quien traslada la pelota no tiene opción de pase: nadie se acerca, al contrario, todos corren esperando el pelotazo o se quedan estáticos. Ni siquiera hay rotación ofensiva. Beausejour, por ejemplo, no tiene con quién hacer una pared, pues Beccacece inserta a Maturana por la derecha y excluye a Lorenzetti, los únicos capaces de devolver un balón decente y no una sandía. Y pensar que Marino estuvo entrenando con el primer equipo...
La gran oncena de la Copa Sudamericana del 2011 se caracterizaba por la gran cantidad de variantes que tenía el eventual conductor: los laterales se desmarcaban, pasaban jugadores por la espalda, los volantes se acercaban y los delanteros picaban creando diagonales profundas que arrastraban a la zaga rival. Todo eso se logra con entrenamientos que mecanizan el juego. Por lo mismo, nos preguntamos: ¿cómo cresta entrena esta U para que todo le salga mal? ¿Por qué deben gritarles lo que tienen que hacer durante todo el partido? ¿Acaso no lo saben? La verdad es que el estático esquema azul se asemeja más a las improvisadas estrategias del fútbol amateur que a un sistema táctico de un cuadro profesional. Esto da vergüenza, más aún si consideramos el dineral que se invirtió en este fracasado proyecto.    
Beccacece alineó a Monzón para soltar aún más a Beausejour, pero aquello no dio resultado porque el argentino no aporta nada y porque el seleccionado nacional, como ya dijimos, no tiene con quién asociarse; debido a eso, casi siempre retrocede. En cuanto al resto de la zaga, se insiste en achicar desde la mitad de cancha y el primer gol de Cobresal acontece debido a eso: la defensa de la U siempre está regalada y con un simple pelotazo la complican. A Vilches no se le puede criticar: es el DT quien lo expone. Como dijimos en el artículo anterior, este zaguero rinde en una línea de cuatro clásica. ¿Qué hacía en el segundo tiempo tirando centros desde la izquierda? Para más remate, la actuación de Herrera fue pobre y se vio muy pesado. De Matías Rodríguez sólo podemos decir esto: juegue bien o mal, al menos siempre pide la pelota, corre todo el partido, es valiente y llega con opciones de gol. Lo que hoy quiso hacer Beccacece por izquierda, debe hacerlo por derecha: soltar a Rodríguez de mitad hacia arriba e incluir a Contreras como lateral. Eso implica sumar a Nicolás Ramírez a la zaga. Seguramente, no se le ocurre.
En cuanto al centro del campo, al no estar Juan Leiva, resultó misteriosa la inserción de Martínez y la omisión de Zacaría, un volante con llegada y buen remate de distancia. A propósito: ¿por qué era Martínez quien sacaba los centros por la derecha? Eso comprueba el espantoso desorden que reina en la cancha. De hecho, quedaba 1 minuto para que terminara el primer tiempo y tocaban y tocaban la pelota en el medio en lugar de meterla al área contraria de una maldita vez. Martínez pasa por un momento espantoso que se ha prolongado desde el segundo período de Lasarte. Lo más cuerdo era juntar a Reyes y Zacaría, pues el ex Huachipato luce muy solitario y requiere a alguien con más potencia y despliegue a su lado. Respecto de los mediocampistas ofensivos, Beccacece aún no reacciona y sigue creyendo que Fernández es un volante de creación: el argentino es bueno en la entrada del área y sólo ahí. Los dos volantes creativos de la U son Maturana y Lorenzetti, no hay más. Hoy ingresó Yerko Leiva: es inconcebible que ningún jugador de la cantera sea capaz de rematar con peligro desde fuera del área. Continúa el misterio: ¿qué hacen en la semana? ¿Sólo juegan fútbol-tenis?           
Los delanteros son otro problema y confirman que la U se reforzó muy mal: hay una abundancia ridícula de mediocampistas de contención y en ofensiva sólo están Mora, el mentado Fernández y los juveniles Briceño y Taiba. ¿En qué estaban pensando estos brillantes dirigentes? Simple: nunca pensaron y la U no le hace un gol a nadie.
A esta ineficacia táctica deben sumarse los bajísimos rendimientos individuales: ya nos referimos a Herrera, Monzón y Martínez. Hay que sumar a Fernández y Mora: el trasandino es un indolente que evita el contacto y que no pelea ningún balón. Además del penal infantil que perdió, pudo arremeter en el gol no cobrado a la U y, en lugar de trabar, se dio vuelta. El ex Audax, en tanto, pierde goles impresionantes. Briceño le sigue los pasos.
En fin, estas dos derrotas consecutivas contra equipos que no hicieron nada constatan la crisis azul y la peligrosa tozudez de unos dirigentes que, al parecer, sólo son buenos vendiendo calzones chinos.


2 comentarios:

  1. No logré ver el partido entero, pero con lo que alcancé a mirar fue suficiente para observar que nada cambia y tampoco se ve por donde puedan venir los cambios para revertir el pésimo momento que ya se transformó en una verdadera enfermedad.
    Los paupérrimos números de la U se explican únicamente por la porfía de Heller en mantener a Beccacece en el puesto y no porque crea que este logrará hacer jugar al equipo, claramente lo hace para no tener que pagar su alto finiquito en desmedro del rendimiento y el honor deportivo el que debiera ser su única prioridad.
    La verdad es que no logro comprender a Heller pues o es tonto, que no lo creo, o es miope y no ve el pésimo negocio que hace al dilatar y dilatar esta decisión. Mientras mas se demore en tomarla, peor será ya que es evidente que cada uno de los jugadores de la U se desvalorizan partido a partido producto de lo mal que se ve el equipo colectiva e individualmente.
    Yo creo que hoy La U no tiene malos jugadores, pero la inexperiencia de este DT y su nulo sentido común los está transformando en jugadores del montón, sin confianza y si no llega un DT con experiencia pronto, no valdrán ni la mitad de su valor. Heller y su directiva por donde se mire está haciendo un pésimo negocio.
    Esperemos que la suerte nos acompañe para esta final con la UC y nuevamente en un par de fechas más en el clásico.
    La esperanza es lo último que se pierde. No nos queda otra.

    ResponderEliminar
  2. Siempre, pero siempre, para poder emitir juicios acerca del desastre en que se encuentra sumido el club, es necesario remontarse a los orígenes. La situación actual no es casualidad, es producto de una serie de decisiones estúpidas. Este es el resultado del modelo, que permite a potentados económicos inescrupulosos tomar el mando de una institución como si se tratara de un juguete personal. La incompetencia, el ego enfermizo y la indolencia supina de esta gente tiene a nuestro amado club convertido en un burdel de la peor calaña. Beccacece es parte de la cadena y, el eslabón situado por encima de éste es gran responsable de la profundización del hoyo: Carlos Heller. ¿Qué persona medianamente habilitada contrata a un debutante con cláusulas millonarias? No señor, esto no es una más de sus empresas. No tengo ni ganas de seguir opinando sobre Beccacece, el que crea que no tiene responsabilidad en la vergüenza que vemos semana a semana en cancha, que mejor se dedique a limpiar inodoros.

    ResponderEliminar