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jueves, 29 de septiembre de 2016

COPA CHILE: UNIVERSIDAD DE CHILE vs IQUIQUE

El verdadero problema de la U se manifestó en el triunfo ante Palestino: el plantel está muy mal conformado porque tal tarea estuvo a cargo de un inepto al cual Heller le rindió pleitesía. Se fue gente que era un aporte concreto, hay un absurdo exceso de volantes de quite y faltan mediocampistas de creación y dos delanteros de peso. Con esto debe lidiar el nuevo cuerpo técnico y la tarea, obviamente, no es fácil. Además, hay jugadores cuyo nivel está muy bajo y otros que, sencillamente, ya no rendirán. En resumen, cuando finalice el semestre, el plantel deberá depurarse por enésima vez, lo que reflejará nuevamente el fracaso de la política de contrataciones de Azul Azul. A esta altura, debieran primar los jugadores formados en casa y, en lugar de ello, el equipo se ha convertido en una vitrina de costosas decepciones. Tal descalabro origina que se viva una constante transición, lo que a su vez impide la estructuración de una oncena estable que consolide un estilo de juego y que obtenga títulos de manera regular.
Así las cosas, se debía salvar la llave de octavos de final contra Iquique, un conjunto que sí tiene continuidad; de hecho, es el puntero del torneo oficial. El cuerpo técnico ejecutó varios cambios: entró Herrera; la dupla Vilches-Contreras cedió ante la de Jara y Ramírez; en el medio jugaron Martínez, Schultz, Leiva y Zacaría; y en delantera estuvieron Fernández y Taiva. De no mediar fallas puntuales, el pleito se hubiera ganado sin sobresaltos, pero en fin, se deberá tolerar cierta inestabilidad hasta fin de año.
La U comenzó muy bien y de inmediato hubo un cambio positivo respecto del atolondrado proceso anterior: se ve un equipo más seguro en el que nadie abandona sus posiciones; salvo en señor Monzón, quien en los dos goles de los nortinos enseñó todas sus falencias: en el primero se quedó parado en la mitad de cancha mientras le ganaban su zona y en el segundo ni siquiera saltó a cabecear. Por otra parte, desperdicia los balones detenidos, lo que supuestamente dominaba a la perfección: anoche dejó un tiro libre en la barrera y en ella sólo había dos jugadores. Desde que se fue Eugenio Mena, jamás se tuvo un lateral izquierdo importante.
Promediando el primer tiempo, los azules perdieron la pelota y eso ocurrió porque no estaba Lorenzetti: el equipo se desordena sin él y comienza el festival de sandías, melones y zapallos. No puede ser que el buen trato de balón dependa tan sólo de un jugador y aquello confirma el pésimo diseño del plantel. Con la ausencia de Maturana, la imprecisión creció aún más. Una lástima que no haya vuelto Marino, más aún si lo tuvieron a mano todo el año. Él hubiera colaborado mucho con la exactitud que se requiere en la zona media.
En el segundo tiempo, la U ganó agilidad con el ingreso de Carmona, quien debe aprovechar la llegada de este cuerpo técnico sí o sí. De sus pies salieron los dos goles que, aparentemente, cerraban el cotejo. Sin embargo, en la definición a penales exhibió toda la displicencia de la que se tiene que librar; de lo contrario, será un eterno reemplazante u otro de los tantos jóvenes que refuerzan a los rivales.
Como ya se indicó, las anotaciones de los iquiqueños se debieron a fallas ostensibles del costado izquierdo, aunque también debe señalarse el bajo rendimiento individual que obstaculiza la consecución de victorias más serenas:
  • Rodríguez está pasando un muy mal momento y tal vez tenga que ceder su puesto un par de semanas para que resucite; de hecho, el gran desempeño de Nicolás Ramírez puede posibilitar la incorporación de Contreras en su lugar.
  • Monzón no es un refuerzo y gasta un cupo extranjero gratuitamente.
  • Martínez debe recuperar el nivel de manera urgente, pues en su zona sobran las variantes y puede quedar condenado a la banca o a un eventual préstamo.
  • Leiva es un jugador que aporta fuerza y compromiso, pero tiende a desordenarse demasiado. La tarea de Castañeda y Musrri es darle funciones específicas para que no se disperse tanto.
  • Fernández es un jugador frío que no se compromete con sus compañeros, el gol del empate surge debido a que esta “estrella” no quiso trabar un balón. Su única salvación será tener actuaciones memorables en los clásicos que se vienen; de lo contrario, puede volver a Argentina tranquilamente.
Tal como se preveía, lo que queda de torneo sólo garantiza estrés y sufrimiento, todo gracias a Azul Azul. Al menos ya no hay farsantes en el cuerpo técnico.
Respecto del partido con el eterno cafiche, es de esperar que los llantos de rata que han entonado no pesen en el arbitraje; pues la treta, a pesar de ser muy vieja, ya les ha dado frutos podridos con anterioridad. Pierna fuerte, velocidad, concentración y remate al arco, con eso se puede derrotar a estos sinvergüenzas.       


1 comentario:

  1. La salida de Jara marco la notoria baja del nivel defensivo, Vilches no tiene nivel para ser titular.
    Carmona debe tener más minutos y me gustaría ver en delantera a Briceño con Felipe Mora.
    Otro capítulo de la leyenda J. Herrera, que gusto saber que a nuestros nietos les podremos contar que lo vimos jugar por la U.
    Con todo el domingo!!!!! Vamos la U!!!!!

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