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martes, 20 de marzo de 2012

Universidad de Chile 3 - Unión Española 2

Son esta clase de partidos los que provocan el cariño entrañable y la admiración hacia Sampaoli, Baccacece, Desio y todo el plantel azul: consiguieron el empate luego de ir cayendo 2 a 0 y fueron con todo a buscar el triunfo, desprotegiéndose y defendiendo con 2 jugadores. En suma, la victoria fue producto de la valentía del cuerpo técnico y del pundonor de una oncena espléndida. Un ejemplo de profesionalismo y cultura deportiva: el rasgo “amateur” al que tantas veces se ha referido Jorge Sampaoli.
El primer tiempo arrojó una dura lección: la zaga no puede improvisarse, este error conceptual causó la derrota en Rancagua y el cuerpo técnico debe procesar el escarmiento. Magalhaes venía haciendo buenos partidos, pero como central tiende a abandonar la marca y a confundir a sus compañeros. En los goles de Unión Española, Barriga recibió las habilitaciones en la más absoluta comodidad debido a este desconcierto. El puesto de Magalhaes está en la banda derecha y como mediocampista. En suma, la U tiene 3 alternativas para cubrir el cupo de líbero: Morante, Acevedo o Lichnovsky, ninguna más.
Por suerte, Sampaoli corrigió el lío en el intermedio y la Universidad de Chile metió en su arco a un conjunto que, ante la avalancha de fútbol y luego del golazo de Aránguiz, sólo se dedicó a hacer tiempo y a contragolpear. Unión tuvo ocasiones puntuales, muy claras, pero careció del estado físico como para emparejar el dominio y no tuvo más remedio que refugiarse y salir a pelotazos. Sus oportunidades sólo se produjeron gracias a la intrepidez azul.
Cabe preguntarse si es necesaria una actitud tan atrevida en este campeonato de apertura, pero -conociendo la mentalidad de nuestro DT- todos los riesgos tienen sentido: los pleitos que se avecinan por la Copa Libertadores serán decisivos y el estratega quiere asegurar la clasificación a los play-offs lo antes posible. Sólo entonces conformará un conjunto alternativo para el torneo local.
Mientras los periodistas y los rivales insignificantes insisten en que la Universidad de Chile es más abordable que el año pasado, el equipo continúa dándole alegrías a su gente mediante un extraordinario paradigma de fútbol ofensivo.
Se vienen San Felipe y Peñarol, una semana importante en la que Sampaoli debe clausurar los hocicos repelentes de una prensa desesperada por ver fracasar su proyecto: hienas patéticas, piojos resucitados, monjas pringadas y ratas blancas retozando en el lodo de la envidia. Ni El Bosco hubiera imaginado tanta decadencia.
    

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