Al
igual que en el torneo de clausura 2011, da la impresión de que el equipo
alternativo de la
Universidad de Chile posee cierta agilidad aún más
inescrutable para los rivales, tal vez porque el juego de la oncena titular -al
ser tan definido- causa una lectura más lógica y anticipa una contraposición
conservadora y mezquina que dificulta la precisión.
Antofagasta
fue un adversario demasiado discreto que sólo emparejó el trámite durante
cierto lapso del primer tiempo, luego se cansó y sencillamente se jugaron 20
minutos de más.
Esta
superioridad que esta exhibiendo la
U jamás debe generar arrogancia en los hinchas de un club que
sufrió la agonía deportiva e institucional, por el contrario, sólo debe motivar
un sano orgullo porque es el resultado de una labor seria que posee como
estandarte un trabajo aeróbico de primer nivel: la Universidad de Chile
es uno de los equipos sudamericanos mejor preparados físicamente. Mérito de ese
gran profesional que es Jorge Desio.
Lo
más destacado de este pleito contra los nortinos fue la incorporación de Igor
Lichnovsky, cuya altura es urgente en la zaga, el nivel cada vez más óptimo de
Roberto Cereceda y de Guillermo Marino, la recuperación paulatina de Francisco
Castro y de Felipe Gallegos, y la ratificación goleadora de Ángelo Henríquez. Estos
elementos señalan un futuro prometedor.
Ahora
se viene el clásico contra las ratas blancas y de no mediar la efervescencia
que engendra este partido, la U
debiera ser práctica y utilizar un cuadro alterno contra estos indeseables: el
compromiso en Quito es el jueves, hay altura de por medio y el equipo
ecuatoriano es muy complicado como local. Pero en fin, el plantel y el cuerpo
técnico están lo suficientemente preparados para esta clase de situaciones y
nos ha dado muchas pruebas de que debemos confiar en sus condiciones.
Las
ratas blancas jugarán al contragolpe y abusarán de la provocación. Los azules,
por su parte, deberán desplegar su habitual presión y volumen ofensivo, mantenerse
impasibles y no caer en los trucos sucios de un rival mediocre. Ya existe
experiencia al respecto luego de enfrentar a uruguayos y argentinos en las
Copas continentales. De jugar a jugar la
U es más y tiene que demostrarlo en el marcador.
Un
abrazo a todos los azules.
¡Fuerza
y concentración para derrotar al equipo de Pinochet!
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