La
prensa nacional se dio un festín con la derrota de la Universidad de Chile en
Quito e incluso conjeturó una crisis inexistente para generar pesimismo e
incertidumbre. En el colmo de la impertinencia, dio a la U por eliminada y vaticinó el
fin de la era Sampaoli. En realidad, estas alimañas sólo estaban exteriorizando
una miserable y desleal apetencia: que los azules abandonaran la posición de
liderazgo que detentan desde el año pasado. Están desesperados por ver caer a la U y eso los hace cometer errores burdos que, al fin y al cabo, sólo causan el cuestionamiento de su honradez,
intelecto y educación.
Sabemos
muy bien que el periodismo deportivo está plagado de gente rudimentaria; sin
embargo, se esperaba cierta solidaridad hacia el club que, después de tanto
tiempo, por fin le había dado un título internacional al país. Pues es cierto,
hijos de perra de la prensa, cuando los azules alzaron la Copa Sudamericana el periodismo
foráneo hizo énfasis, precisamente, en que UN
EQUIPO CHILENO había ganado el torneo.
Había
un gran detalle que entorpecía esta pretendida fraternidad: la reciente y
sádica goleada a Coco-Loco. Después del deshonroso 5 a 0 al equipo de Pinochet no
habría ningún indicio de ecuanimidad hacia la Universidad de Chile
por parte de este periodismo secuaz, pusilánime e indigno.
En
fin, como ya lo hemos señalado, “la
prensa deportiva nacional no es un referente válido para los hinchas de la U , jamás lo ha sido y jamás lo
será”.
Luego
de la caída en Quito, planteamos que esta clase de tropiezos eran una
oportunidad de crecimiento y no una tragedia, que si los azules lograban
clasificar salvarían una situación inédita y que de ser así el carácter del
plantel se robustecería (http://www.laualdia.blogspot.com/2012/05/deportivo-quito-4-universidad-de-chile.html). Curiosamente, Sebastián Beccacece explicó que
después del traspié en Ecuador emplearon idéntico razonamiento para trabajar
con el equipo: aquella contrariedad era una ocasión para evolucionar. La oncena
estuvo mentalizada en revertir su suerte desde que regresó a Chile y aquello se
notó tanto en la cancha como después de la victoria: no hubo algarabías
exageradas ni fatuas altanerías, la
U es un equipo sobrio que se concentra en la consecución de sus
metas.
Jorge
Sampaoli estableció una formación insólita para la revancha: el circuito en el
mediocampo fue enriquecido con la presencia de Guillermo Marino, para aprovechar
su gambeta y así darle más libertad a
Gustavo Lorenzetti, y en la retaguardia brilló Paulo Magalhaes, quien tuvo una
actuación conmovedora y ganó todos sus duelos por arriba. Pese al optimismo de
los hinchas, ninguno esperaba que la Universidad de Chile tuviera la tarea consumada a
los 35 minutos del primer tiempo. El ingreso de Sebastián Martínez por Guillermo
Marino tuvo como finalidad fortalecer la zaga para no poner en riesgo la
clasificación.
El
volumen de juego de los azules fue arrollador porque está forjado como un todo
y los niveles de dependencia individual son cada vez más bajos. La U es la antítesis de Boca
Juniors, cuya supeditación respecto de Riquelme llega a ser dramática.
El
arbitraje de Néstor Pitana fue nefasto, se dedicó a cobrar faltitas y dejó sin sanción un planchazo criminal a Ángelo
Henríquez y un codazo alevoso a Gustavo Lorenzetti. Sólo el impresionante
despliegue futbolístico de la
Universidad de Chile hace que estos lacayos no puedan salirse
con la suya. Ojo con los arbitrajes que se vienen, no en vano el estadio de Libertad lleva el nombre de su hincha
número uno: Nicolás Leoz, actual
presidente de la Confederación
Sudamericana de Fútbol.
Más
allá de este enlace siniestro, el equipo paraguayo es muy difícil, está
acostumbrado a jugar en estas instancias hace ya varios años y tiene en la
banca a Jorge Burruchaga, un discípulo de Carlos Bilardo, el DT que fue
responsable del antifútbol que predominó en los años ‘90.
Esperemos
que Jorge Sampaoli acuda a una línea de cuatro defensores para jugar en
Paraguay, pues está demostrado que aquello no dificulta el andamiaje ofensivo
de la U y, además,
no la desprotege tanto en defensa. Así se le ganó a Flamengo en Brasil y a Liga
Deportiva Universitaria en Quito. Por lo demás, no es conveniente darles tantas
facilidades a equipos miserables que se cuelgan del travesaño y se limitan a
contragolpear.
A
disfrutar de este momento con tranquilidad y mesura, pues tal como aseguró José
Rojas: todavía no hemos ganado nada.
Asi es. Tranquilidad, concentración y enfoque.
ResponderEliminarEstamos a mitad de camino y vamos caminando seguros.
Hermosa la "U".