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lunes, 14 de mayo de 2012

Universidad de Chile 6 – Deportivo Quito 0


La prensa nacional se dio un festín con la derrota de la Universidad de Chile en Quito e incluso conjeturó una crisis inexistente para generar pesimismo e incertidumbre. En el colmo de la impertinencia, dio a la U por eliminada y vaticinó el fin de la era Sampaoli. En realidad, estas alimañas sólo estaban exteriorizando una miserable y desleal apetencia: que los azules abandonaran la posición de liderazgo que detentan desde el año pasado. Están desesperados por ver caer a la U y eso los hace cometer errores burdos que, al fin y al cabo, sólo causan el cuestionamiento de su honradez, intelecto y educación.
Sabemos muy bien que el periodismo deportivo está plagado de gente rudimentaria; sin embargo, se esperaba cierta solidaridad hacia el club que, después de tanto tiempo, por fin le había dado un título internacional al país. Pues es cierto, hijos de perra de la prensa, cuando los azules alzaron la Copa Sudamericana el periodismo foráneo hizo énfasis, precisamente, en que UN EQUIPO CHILENO había ganado el torneo.
Había un gran detalle que entorpecía esta pretendida fraternidad: la reciente y sádica goleada a Coco-Loco. Después del deshonroso 5 a 0 al equipo de Pinochet no habría ningún indicio de ecuanimidad hacia la Universidad de Chile por parte de este periodismo secuaz, pusilánime e indigno.
En fin, como ya lo hemos señalado, “la prensa deportiva nacional no es un referente válido para los hinchas de la U, jamás lo ha sido y jamás lo será”. 
Luego de la caída en Quito, planteamos que esta clase de tropiezos eran una oportunidad de crecimiento y no una tragedia, que si los azules lograban clasificar salvarían una situación inédita y que de ser así el carácter del plantel se robustecería (http://www.laualdia.blogspot.com/2012/05/deportivo-quito-4-universidad-de-chile.html). Curiosamente, Sebastián Beccacece explicó que después del traspié en Ecuador emplearon idéntico razonamiento para trabajar con el equipo: aquella contrariedad era una ocasión para evolucionar. La oncena estuvo mentalizada en revertir su suerte desde que regresó a Chile y aquello se notó tanto en la cancha como después de la victoria: no hubo algarabías exageradas ni fatuas altanerías, la U es un equipo sobrio que se concentra en la consecución de sus metas.
Jorge Sampaoli estableció una formación insólita para la revancha: el circuito en el mediocampo fue enriquecido con la presencia de Guillermo Marino, para aprovechar su gambeta y así darle más libertad a Gustavo Lorenzetti, y en la retaguardia brilló Paulo Magalhaes, quien tuvo una actuación conmovedora y ganó todos sus duelos por arriba. Pese al optimismo de los hinchas, ninguno esperaba que la Universidad de Chile tuviera la tarea consumada a los 35 minutos del primer tiempo. El ingreso de Sebastián Martínez por Guillermo Marino tuvo como finalidad fortalecer la zaga para no poner en riesgo la clasificación.
El volumen de juego de los azules fue arrollador porque está forjado como un todo y los niveles de dependencia individual son cada vez más bajos. La U es la antítesis de Boca Juniors, cuya supeditación respecto de Riquelme llega a ser dramática.
El arbitraje de Néstor Pitana fue nefasto, se dedicó a cobrar faltitas y dejó sin sanción un planchazo criminal a Ángelo Henríquez y un codazo alevoso a Gustavo Lorenzetti. Sólo el impresionante despliegue futbolístico de la Universidad de Chile hace que estos lacayos no puedan salirse con la suya. Ojo con los arbitrajes que se vienen, no en vano el estadio de Libertad lleva el nombre de su hincha número uno: Nicolás Leoz, actual presidente de la Confederación Sudamericana de Fútbol.
Más allá de este enlace siniestro, el equipo paraguayo es muy difícil, está acostumbrado a jugar en estas instancias hace ya varios años y tiene en la banca a Jorge Burruchaga, un discípulo de Carlos Bilardo, el DT que fue responsable del antifútbol que predominó en los años ‘90.
Esperemos que Jorge Sampaoli acuda a una línea de cuatro defensores para jugar en Paraguay, pues está demostrado que aquello no dificulta el andamiaje ofensivo de la U y, además, no la desprotege tanto en defensa. Así se le ganó a Flamengo en Brasil y a Liga Deportiva Universitaria en Quito. Por lo demás, no es conveniente darles tantas facilidades a equipos miserables que se cuelgan del travesaño y se limitan a contragolpear.
A disfrutar de este momento con tranquilidad y mesura, pues tal como aseguró José Rojas: todavía no hemos ganado nada.

1 comentario:

  1. Asi es. Tranquilidad, concentración y enfoque.
    Estamos a mitad de camino y vamos caminando seguros.

    Hermosa la "U".

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