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miércoles, 27 de julio de 2011

ELIMINACIÓN FLAGRANTE


La U está eliminada de la Copa Chile, lo que representa el primer traspié de la era Sampaoli.
Más allá de la ridiculez de su formato y de la desidia del canal 13 para transmitir los duelos, este torneo permitía asegurar un cupo directo a la Copa Sudamericana, el mismo que en un año más se convertirá en meta y el mismo que se está luchando con un complicado Deportes Concepción.
Sampaoli aún cuenta con un inmenso crédito y este desliz no condicionará su credibilidad. Sin embargo, se sembraron algunas dudas preocupantes:
  1. ¿La U tiene plantel para pelear el Campeonato de Clausura?
  2. Y si logra clasificar a la mentada Copa Sudamericana, ¿será capaz de encarar dos torneos?
  3. La lógica exige que los centrales titulares sean Osvaldo y Marcos González, ¿serán relegados en beneficio de Acevedo y Abarca?
  4. La U sólo ha sumado 4 refuerzos y aún no hay reemplazantes idóneos para Seymour y Puch: ¿a qué se debe esta pereza? ¿A que los dirigentes están priorizando la construcción de un estadio o a que hay conformismo con el logro del primer semestre?
Una de las enseñanzas del excelente seleccionado uruguayo es que los equipos deben mantener un equilibrio entre agilidad y contundencia física, entre creatividad y pierna fuerte. Y es precisamente esta ausencia de mixtura lo que afecta a la U de hoy: es un conjunto en el que prima la velocidad por sobre todas las cosas, pero en el que falta la robustez para ganar los mano a mano y hacerse respetar en las pelotas divididas. Esto no se consigue con niñitos de 18 años, sino con sujetos avezados que imponen su solemnidad. El gran Alberto Quintano era uno de ellos.
Por Andrés García      

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