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viernes, 24 de febrero de 2012

Universidad de Chile 5 – Godoy Cruz 1

Ronald Fuentes lo pronosticó en medio de los tartamudeos bellacos de la prensa nacional: la Universidad de Chile recuperará su verdadero nivel recién a fines de febrero”. Y, por lo visto en el Estadio Santa Laura, el ex defensor azul dio absolutamente en el clavo. La U arroyó a su adversario haciéndolo parecer un equipo de segunda categoría. Y atención: Godoy Cruz venía invicto luego de enfrentar a cuadros como Peñarol y Vélez.
La goleada fue extraordinaria pero, una vez más, lo más relevante fue la manera en que se impuso la U: valiéndose de triangulaciones ejecutadas con toques de primera, pases profundos exactos que dejaban en posición ventajosa tanto a volantes como delanteros y una anticipación defensiva limpia que se convertía en ataques certeros, los campeones sudamericanos revitalizaron su potencia creativa y dieron una demostración excelsa de fútbol ofensivo. El tercer gol es la síntesis de esta observación, pues quien llega a imperar en tres cuartos de cancha rival es Osvaldo González: sí señores, el zaguero central ganándole la posición a dos contrincantes en terreno enemigo, con el partido 2 a 0 a favor y quedando segundos para el final del primer tiempo. Estos son los detalles que han llamado la atención de todo el continente. Aunque sea difícil de creer, fanáticos brasileños, argentinos, uruguayos, colombianos y ecuatorianos siguen los partidos de nuestra querida Universidad de Chile.
Si bien aún es temprano como para realizar análisis comparativos, nos atreveríamos a decir que la versión 2012 de la U poseerá un despliegue aún más veloz que el del año pasado, pues si se estudian los refuerzos que arribaron al equipo se infiere que el denominador común es, precisamente, la rapidez y el buen control del balón: Fernandez, Ruidíaz, Cereceda, Morales, Hernández y el mismo Morante, quien pese a ser un zaguero alto y fuerte también es veloz y tiene cualidades técnicas interesantes.
Marcelo Díaz y José Rojas habían señalado que la U no tardaría en despertar porque se había mantenido a gran parte de los jugadores del 2011 y que sólo faltaba que los refuerzos se adecuaran al exigente esquema de Sampaoli y al trabajo severo de Jorge Desio. Por tal razón, los hinchas azules más experimentados sabían que el revés en Colombia sólo formaba parte de un período de ajuste que implicaba, por desgracia, sacrificar algunos resultados.
El aspecto más sublime del partido ante los mendocinos fue el debut de Ángelo Henríquez. La prensa local se había regocijado con una supuesta crisis que afectaba las relaciones internas del club, las que, según su ridículo y cretino cerebro, se debía a que los dirigentes no habían cumplido su palabra y ahora la U carecía de un centrodelantero de fuste. Puede ser que aquello haya molestado a Sampaoli, pues es lógico que él exija las condiciones que considera óptimas para repetir los logros del 2011; sin embargo, no debemos olvidar que las mejores presentaciones internacionales de los azules enseñaron el mismo esquema con el que se goleó a Godoy Cruz, esto es: una línea de 3 seguida por 4 volantes más Lorenzetti enganchado libre para habilitar a los dos punteros que hacen la diagonal hacia el área. Ángelo Henríquez ahora se convierte en una alternativa absolutamente necesaria cuando se enfrente a equipos brasileños, que hasta ahora, recordando el partido contra Vasco da Gama, son los únicos cuadros capaces de tomarle la mano al mediocampo del campeón de Sudamérica. ¿Por qué? Simple: porque junto a la U son los únicos conjuntos que tocan de primera y que tienen exuberancia física, creatividad y anticipo. Por tal razón la tarea se le dificultó tanto a Lorenzetti contra Vasco en Río de Janeiro: quedó huérfano y a expensas de la ligera inventiva carioca. ¿Cómo lo solucionó Sampaoli aquella vez? Con el ingreso de Canales; es decir, con un centrodelantero pujante y que sea capaz de engancharse para así mantener ocupados a los zagueros y a los volantes de contención. Desde el miércoles, este elemento es Ángelo Henríquez: le dieron 5 minutos, tuvo dos ocasiones y encajó la segunda de forma espectacular sentenciando la justicia en el marcador. Y es que así emergen los 9 de verdad, sólo basta evocar el debut de Salas contra las ratas blancas.
Por ahora hay que mantener la calma y la humildad. La U parece haber vuelto en una versión mejorada y hay que tener la esperanza de que nos vuelva a dar alegrías aún mayores que las del año pasado. Pero lo hará paulatinamente, con trabajo, en silencio y combatiendo contra las lauchas albinas que se esconden en la prensa nacional, como siempre.

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