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jueves, 2 de febrero de 2012

Universidad de Chile 1 – ratas blancas 2

Siempre es desagradable perder contra las ratas blancas, aunque se trate de un partido amistoso. Esto se debe a que aquella institución pestilente representa lo peor de Chile: el pinochetismo rasca, la mafia corrupta, el robo a espaldas del país, el éxito fácil, el embuste histórico, la vulgaridad, el arribismo, la manipulación, la codicia mundana y la pedantería. Groserías aglutinadas en un espejismo de laureles podridos que origina el éxtasis en una hinchada indeseable, la que incluye periodistas sinvergüenzas y manipuladores. Estos mequetrefes no tienen más remedio que proyectarse en triunfos abstractos para que actúen como opio de una realidad paupérrima. Las ratas blancas son el somnífero altanero de un pueblo ignorante e ingenuo y siempre serán el engendro bastardo de Pinochet, su abyecto socio honorario.
No es extraño que idiotas como Hernán Levy enardezcan los ánimos con declaraciones que pretenden declarar una superioridad que hoy en día es inexistente. Hemos comentado hasta el cansancio la subvención que le otorgó la dictadura militar a ese club de alimañas, amparo inicuo que pavimentó sus conquistas de corto alcance. Y es que la fama internacional de las ratas blancas fue breve y concluyó de manera denigrante: con goleadas vergonzosas que desbarataron los supuestos contratos millonarios de sus títeres en Europa. Así y todo, durante 20 años se ufanaron de ser los únicos en ostentar un trofeo internacional y basaron su irritante vanidad en tal logro, manifestando una insalubre preocupación cada vez que un equipo chileno llegaba a instancias semejantes. Cuando la U ganó la Copa Sudamericana, convirtiéndose en el mejor campeón continental de la historia, esa jactancia se evaporó de manera mortuoria y se diluyó en vahos de envidia e imprecaciones insolentes. El fétido universo de Coco-Loco se fue al carajo porque concentró sus anhelos de gloria en el fracaso de los antagonistas y no en los méritos propios, verdadera oda a la mediocridad y a la indigencia moral. Es más, de esta penuria ética, y por suerte ajena, la Universidad de Chile debe sacar importantes conclusiones para determinar su futuro: obtener una Copa y luego desaparecer del orbe no tiene sentido, su meta más importante debe ser la obtención de una constante presencia internacional que cada cierto tiempo implique títulos para el país. Al parecer las condiciones existen y sólo deben consolidarse las divisiones inferiores.
En cuanto al partido de esta pintoresca Copa Gato, el análisis es simple: un arbitraje hediondo de Gamboa, quien incluso anuló el 2 a 0 de forma injustificada, un planteamiento cobarde de Divo Basay, varias distracciones por calentura, pirómanos subnormales y un actor indecente como Prieto, el arquero de las vedettes de Sodoma.
Si bien los azules aún están en rodaje, se avizora un equipo ágil y entretenido, algo que no debiera sorprendernos porque el actual cuerpo técnico de la U es el mejor de Sudamérica. En artículos anteriores ya señalamos que los primeros dos meses serán difíciles, por eso no debe exigirse perfección en la fase de grupos de la Copa Libertadores. El plantel está capacitado para pasar a octavos de final, pero si se pretende que lo haga emulando el rendimiento alcanzado a fines del año pasado estamos todos locos. Seguramente los periodistas deportivos cometerán tal despropósito, pues tienen cáscaras de melón en lugar de sesos, además de cierto rencor de rata blanca.

4 comentarios:

  1. Vergüenza ajena me dió ver a Prieto desesperado arrancando del arco luego que Gamboa finalizara el partido, como diciendo a sus compañeros - "vamonos a celebrar rápido antes que se arrepienta". El apelativo de cagones nunca les quedó tan bien puesto como esta vez.

    De la U,nada que decir, hay que ir descubriéndola nuevamente poco a poco y ver el trote que el técnico le pueda sacar al nuevo grupo. Si no se gana la Libertadores no hay que considerarlo un fracaso, como la prensa zorra seguramente lo catalogaría, nosotros solo debemos precuparnos de seguir deleitándonos con nuestra superioridad en la cancha y fuera de ella, con la dignidad y humildad de siempre.

    Viva la U mierda!!!

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  2. Ese partido reflejó lo que son las ratas blancas...un equipo mal intencionado que salió simplemente a golpear en mitad del campo con la venia absoluta del "juez". Un equipo desesperado que mas que buscar un estilo o un sistema de juego, se notó que necesitaba de manera urgente y sin importar como, ganarle a la U y por supuesto, como en tantas otras ocasiones con la ayuda del arbitro incluso le anulo un verdadero Golazo a Canales!.

    En tanto la U salio a ganar, a reencontrarse con su estilo, como a nuestro técnico tanto le gusta, buscando recuperar vertiginosamente la pelota y llegar al arco rival con los menos toques posibles.
    Lograr recuperar esa exquisita fluidez de juego de fines del año pasado solo dos semanas después de regresar de unas merecidas vacaciones, en plena pre temporada y mas aún con algunas nuevas piezas en el plantel....Evidentemente es imposible!
    Como bien dicen ustedes, este nuevo proceso requerirá de mucha paciencia Azul.
    Los demás, ratas blancas, monjas lesbianas y todos sus periodistas que se vallan a la misma mierda!
    Grande la U!

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  3. Como lo referente al partido ya fue descrito magistralmente en la columna, voy a intentar aportar otro ángulo. Me parece que a esta U le falta un par de jugadores "cabrones", de esos que por si solos ganan clásicos. Esos tipos que se imponen en la cancha con autoridad y que de vez en cuando, saben cómo pegarle a los mañosos malintencionados del otro lado. Lo anterior parte desde la dirigencia, que d una buena vez debe frenar a la mafia arba. Es intolerable el manoseo arbitral favoreciendo a los sodomitas en los clásicos. Markarián se terminó por cabrear de tanta contemplación con la falta de respeto hacia un club tan importante como la U.
    En otro aspecto digno de destacar, es hora de que las autoridades se pongan los pantalones y aplaquen de una vez por todas al lumpen inserto en las barras. No puede ser que una manga de imbéciles maneje la suerte de nuestro club. Y ojo que una situación como la ocurrida en la Copa Hellow Kitty con el asunto de las bengalas, podría costarle muy caro a la U en la Copa Libertadores o en cualquier competencia internacional. Más allá de la histeria femenina de Prieto, se debe procurar controlar a la banda de inútiles que asisten a los estadios con las facultades mentales afectadas por drogas. Bien por las barras y el espectáculo, mal por los simios que condicionan el destino de una institución.

    Paciencia con este plantel, que si biene es cierto perdió a dos puntales como Vargas y González, goza de prácticamente la misma estructura que escribió la más espectacular historia de un torneo sudamericano.

    Viva la U

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    1. Para los mas científicos vamos a los frios e implacables números:

      La Universidad de Chile ha celebrado dos titulos internacionales y los fletos de blanco solo uno; si, dos titulos internacionales: el de Pachuca en 2006 y la brillante campaña de la "U" en 2011. Que pena Paredes, cierto????

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