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jueves, 20 de octubre de 2011

FLAMENGO 0 UNIVERSIDAD DE CHILE 4


La Universidad de Chile hizo un partido extraordinario: fue un equipo corto que cubrió cada rincón de la cancha, acorraló a los cariocas desde el minuto uno, ganó todos los rebotes convirtiéndolos en ataques masivos, rotó el balón elegantemente para generar los espacios, se impuso en las pelotas divididas de manera intachable, no se dejó amedrentar ni cayó en la trampa de las provocaciones obscenas y, por sobre todas las cosas, dio una clase magistral de fútbol moderno: se acabaron los planteamientos defensivos o anárquicos que sólo conducen al fracaso.
Lejos de caer en la petulancia que habitualmente genera esta clase de logros, la U se trae una lección que será vital para seguir en carrera en esta complicada Copa: los arbitrajes malintencionados existen y deberá aprender a convivir con ellos. ¿Cómo se hace eso? Precisamente de la forma en que lo ejecutó ayer: siendo fiel a su estilo, batallando hasta el final aunque el pleito esté ganado, evitando el exceso de confianza y manteniendo la humildad, el compañerismo y el esfuerzo, elementos que la llevaron a ser campeón del Apertura 2011 bajo condiciones adversas. Esta misma experiencia ante el equipo de la oligarquía chilena debe ser asumida como una célula más del entramado de Sampaoli: la llave con Flamengo no está cerrada porque en el fútbol jamás se celebra antes de tiempo, así de simple.  
La actuación de los jueces fue artera e inmunda, de eso no cabe duda: ¿cómo es posible que el cuarto árbitro sea quien genere la expulsión de un rival? Y digo rival porque aquel caradura es brasileño. ¿Cómo es posible que el guardalíneas no se haya dado cuenta de que la pelota del penal entró? ¿Y el gol anulado que ponía a la U dos a cero a los 20 minutos del primer tiempo? ¿Y el penal a Rodríguez? Pero en fin, aquí está la clave: el rendimiento y la concentración de la Universidad de Chile fueron tan espléndidos que estas maniobras de rata indispuesta no pudieron pesar en el resultado, sólo evitaron una goleada bíblica.
Queda una sola incertidumbre: ¿qué pasará el día en que no se pueda contar con alguno de los dos González en la zaga? Este es un tema muy delicado y tal vez sea el instante justo para que el cuerpo técnico le dé minutos a Lichnovsky en el Campeonato de Clausura. 
Seguramente esta semana se escucharán las loas más inconcebibles por parte de la prensa: que la U es “el Barcelona sudamericano” , que nadie la puede parar y otras chabacanerías. No debe prestarse oído a semejantes patrañas, que son más propias de un juglar ebrio que de un periodista serio. Sin ir más lejos, este equipo se complica más ante escuadras que le plantean un juego aéreo insistente. De hecho, Nacional de Montevideo le generó más peligro que este Flamengo. No sería extraño que el hipotético cruce con Arsenal de Sarandí sea más dificultoso.
Por tal motivo y por buena educación, la Universidad de Chile debe ser cauta, además de fiel y consecuente con su historia: jugó en los más inauditos potreros, batalló en las liguillas de promoción y estuvo 25 años divorciada de la alegría. Ahora es el momento de disfrutar y de emocionarse, pero lo haremos con clase y sencillez, sin caer en la presunción fétida de los albinos que aún se jactan de los éxitos subvencionados por el gorila militar. No. La U está custodiada desde el firmamento por el alma de quienes defendieron su camiseta, algunos en temporadas de gloria y otros en momentos de zozobra, y son ellos los que dictan las pautas de la decencia.
Triunfos como éste ante Flamengo, aleccionamientos como el propinado a la UC en la final pasada y las probables victorias del futuro inmediato están dedicados a todos los jugadores de la Universidad de Chile que ampararon nuestra niñez: un abrazo, querido Hugo Carballo, ese penal que le atajaste al equipo de Pinochet fue un faro radiante en medio de la noche más oscura. Que el cielo azul te ampare para siempre.

3 comentarios:

  1. Independiente de lo que suceda en adelante, lo hecho anoche por la U es sencillamente extraordinario. Confieso que no imaginé tamaño cometido. Desde los primeros minutos de partido me sentí emocionado por lo que estaba presenciando. Esta noble cofradía tiene ya en sus manos las entradas para concurrir el próximo miércoles al Nacional a aplaudir, agradecer y admirar el arte que nos brinda nuestro equipo. Gracias amada U, tu legado es infinito para mi.

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  2. Cristóbal Cornejo Sánchez24 de octubre de 2011, 18:01

    La mejor expresión de fútbol ofrecida por La Gloriosa Universidad de Chile en mucho Tiempo!!! Quedara en nuestras retinas cada uno de los minutos de la Catedra realizada por el León!!!!!!!!!!!!

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  3. Hoy debemos mentalizarnos para confirmar lo realizado de manera increíble en Río y abrochar la llave sin confiarnos, independiente de que vengan sin sus figuras, viajaron jugadores jóvenes que se matarán por llevarse un buen resultado. No será fácil, pero hay que pasar esta llave antes de pensar en lo que vendrá.
    VAMOS La UUUUUUUUUU

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