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jueves, 22 de diciembre de 2011

UNIVERSIDAD DE CHILE 1 – UNIVERSIDAD CATÓLICA 2

La Universidad de Chile enfrentaba esta segunda semifinal con una ventaja deportiva luego de derrotar al equipo de la oligarquía en el principado de San Carlos, superioridad que finalmente hizo jugar a favor en un partido extraño.
En el primer tiempo el cuadro se vio largo e impreciso, incluso daba la impresión de que la marca estaba un poco floja. Se sintió la salida de Matías Rodríguez y la Universidad Espiritual ABC1 ocupó precisamente su franja izquierda para generar riesgo. El segundo lapso fue distinto, la U apretó más en el mediocampo y, pese a la absurda expulsión de Vargas, logró emparejar el juego y empatar con aquel golazo de Osvaldo González. De hecho, los azules debieron haber marcado un par de goles más, pero el equívoco y la falta de finura en la decisión final evitaron una victoria merecida. Desgraciadamente, Marcelo Díaz quiso hacer un lujo innecesario rodeado de contrincantes y terminó obsequiándole el triunfo a una oncena cobarde que incluso ganando y con un hombre más retozaba en el contragolpe, pese a tener la obligación de ganar por dos goles. Este obsequio generó una serie de declaraciones demenciales por parte de sor Lepe y sus novicias: “estuvimos a un gol de la clasificación”… “Estamos felices porque nos habían dado por muertos”…
¡A un gol de la clasificación: como si hubieran estado ganando todo el tiempo, si el gol lo hicieron al final y mediante una dádiva estúpida! ¡Nos habían dado por muertos: si ya están más muertos que Drácula, fueron eliminados! ¡Basta de payasadas! ¡Es vergonzoso oír a los entrenadores y jugadores nacionales!
Como decía el misántropo de Nietzsche: la cobardía del ser humano consiste en no querer saber ni asumir la verdad.
Y es aquél precisamente el defecto más abominable de todos los gusanos del ambiente futbolístico que hemos tolerado desde niños: no responsabilizarse del fracaso y disfrazarlo de heroísmo farsante. En una película de monstruos serían los primeros indeseables en morir zampados.         
La Universidad de Chile jugará su tercera final de la temporada y deberíamos estar satisfechos y tranquilos. Pero molesta haber regalado una victoria que estaba a la mano, pues la farra se debió a cierta opulencia que este cuadro parecía haber superado: recuerden el empate 2 a 2 con Iquique en Santiago.
Se preveía, obviamente, que la tremenda y extenuante campaña les iba a pasar la cuenta a los deportistas. Y es más, que los abyectos rivales pretenderían sacar ventaja de ese cansancio: las gallinas cruzadas programaron su pleito de local a mediodía y los ladinos del desierto quieren jugar el lunes a las 16 horas en Calama.
Sin embargo, tal como lo expresó Jorge Desio al finalizar el partido: “este cachetazo llega en el momento justo”. Es un imprevisto que causará la reacción del plantel. Este equipo logró prevalecer de manera histórica en el continente empleando el sacrificio, la solidaridad y la concentración, elementos indispensables si se quiere derrotar a los dirigidos del mañoso Nelson Acosta. Esperemos que este revés sirva para poner en sintonía a un conjunto que ha demostrado ser superior al resto. Sampaoli merece toda nuestra confianza y si hay algo que le sobra es la capacidad inspiradora.
¡Vamos la U, mierda! ¡Los de afuera son de palo!     

2 comentarios:

  1. Tremenda columna, me representa totalmente. Basta de pelafustanes declarando nimiedades. La U eliminó a las niñas cruzadas de nuevo, incluso jugando gran parte del encuentro con un hombre menos. En esa condición fue cuando logró desplegar el fútbol que le conocemos y sobrepasó al rival. La impericia de los delanteros privó a la U de finiquitar el partido con a lo menos tres goles. Era más menos predecible que en algún momento el equipo acusaría el desgaste de una trayectoria brillante. A pesar de ello, la caída por 2 a 1 frente a la UC se produjo debido a un accidente futbolístico de último minuto, en el que Marcelo Díaz realizó una de sus acostumbradas habilitaciones magistrales pero esta vez al rival. Lo anterior suprime la calidad de magistral y la sustituye por desgraciada. Confío en que Sampaoli encontrará la mejor oncena en términos físicos y mentales para enfrentar a Cobreloa. Será muy duro porque Nelson Acosta es un zorro mañoso, que recurrirá a los efugios más cerdos sin vergüenza alguna. Esperemos que la U corone un año que con toda propiedad se puede calificar de perfecto.

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  2. absolutamente de acuerdo con las opiniones vertidas, fue un paso a la final con un dejo amargo por el instante en que ocurrió esta distracción.
    Evidentemente nunca es bueno cometer errores, pero debemos agradecer que se cometieron, mirándolo con mucha frialdad, en inmejorables momentos, en ambas semifinales. Ahora ya no queda margen de error posible y todos juntos, hinchada incluida, debemos volver a mentalizarnos y enfocarnos únicamente en el objetivo del momento y como es la característica de este equipo, preocuparnos solamente del partido que viene.
    Vamo la U...VAMO!!!

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