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viernes, 26 de agosto de 2011

SANTIAGO MORNING 0 / UNIVERSIDAD DE CHILE 2


Una vez más la “U” debió resolver un acertijo defensivo. Es lo que ha venido haciendo frente a escuadras futbolísticamente discretas cuyo objetivo primordial, a la luz de lo que revelan en la cancha, consiste solamente en no recibir demasiados goles. Recordemos que el mismo cuadro de la “V” negra propinó una de las dos derrotas sufridas por Sampaoli en la rueda pasada. ¿Por qué lo planteo responsabilizando al DT? Primero: no porque se haya ganado voy a preferir la línea defensiva de tres por sobre la de cuatro. La diferencia respecto del partido anterior entre ambos elencos radica en que los actuales intérpretes de la zaga azul son los idóneos. No olvidemos las cefaleas que sufrimos cuando el técnico insistía en darle protagonismo a Juan Abarca en esas funciones. Hoy contamos con dos verdaderas torres y Sampaoli lo ha entendido, celebro aquéllo. Segundo: el equipo trae consigo más “horas de vuelo” y por ende un funcionamiento colectivo mucho más cohesionado y espontáneo. Por último: frente a conjuntos tan miserables como el de ayer quizá valga la pena plantearlo de esa manera. Salvo la austera tapada de Johnny Herrera en un tiro libre, “los del Morning” jamás constituyeron real amenaza para el arco del campeón. Independiente del resultado obtenido, me inclino por la línea de cuatro con laterales pasando al ataque. Me parece que esa debiera ser la fórmula para el concierto internacional ante cuadros de mayor nivel.
Rivales como el de anoche no representan una vara adecuada para medir el máximo potencial del equipo, pero sirven a lo menos para ratificar la prestancia con que la “U” está siendo capaz de concretar triunfos que en el papel aparecen como obligación. Se logró con dominio absoluto durante todo el encuentro y con el pórtico invicto. Lo anterior refleja dos aspectos que permiten concluir lo siguiente sobre este partido: la superioridad futbolística y física azul fue rutilante o la tacañería del contrincante vergonzosa. Me parece que una mezcla de ambas es justa, aunque con gran preponderancia de lo primero.
No incluiré esta vez juicios sobre el desempeño de los jugadores, en líneas generales, todos tuvieron un muy buen cometido. Destacar, como por supuesto corresponde, la calidad técnica de Rivarola para definir de manera exquisita el segundo gol.
En memoria de las carcajadas que fueron testigos del relajo con que nuestra cofradía presenció el partido, convengamos que el real peligro se asumió de manera voluntaria cuando resistimos estoicamente estando dos a cero arriba, “el resultado más peligroso del fútbol”.

2 comentarios:

  1. Sí, menos mal que la U hizo el segundo gol al final, de haberlo hecho antes la zozobra nos hubiese enmudecido. Jajaja. Hay varias frases para el bronce en nuestro periodismo televisivo. Las iremos exponiendo de a poco.

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  2. Jajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajaja.

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